enfermedades infecciosas

Helicobacter pylori

generalidad

Helicobacter pylori es el nombre de una bacteria GRAM-negativa, de 2.5-5 μm de largo, capaz de colonizar la mucosa del estómago; la infección resultante establece un patrón inflamatorio local, que puede progresar a enfermedades importantes como la gastritis crónica, la dispepsia no ulcerosa, la enfermedad de úlcera péptica y el cáncer de estómago.

El término "Helicobacter" se refiere a la forma helicoidal de esta bacteria, mientras que "pylori" recuerda el nombre del tracto terminal del estómago que lo conecta con el intestino delgado (aunque el sitio colonizado con mayor frecuencia es el antro gástrico).

Aunque el ambiente intraluminal del estómago es tal que impide el crecimiento de la gran mayoría de las formas microbianas, Helicobacter pylori ha desarrollado diferentes estrategias de supervivencia, hasta el punto de poder infectar a más del 50% de la población mundial.

Afortunadamente, en la mayoría de los casos (alrededor del 80-85%) la infección se manifiesta en formas asintomáticas o modestas.

Artículos de profundización

Bacteria Epidemiología Patogenicidad Contagio y prevención Síntomas Diagnóstico Tratamiento Remedios naturales

La bacteria

La historia de Helicobacter pylori comenzó en 1983 gracias a Robin Warren y Barry Marshall, los dos médicos australianos que fueron los primeros en demostrar la presencia de un microorganismo espiral en muestras de biopsia de mucosa gástrica. Hasta ese momento, la comunidad médica estaba absolutamente convencida de que en el estómago no era posible el injerto y el desarrollo de bacterias, considerando el pH fuertemente ácido y las fuertes actividades enzimáticas digestivas que lo caracterizan.

Gracias a numerosos estudios sobre Helicobacter pylori, se han identificado varios mecanismos por los cuales este germen puede sobrevivir en un ambiente tan hostil:

  • Helicobacter pylori es una bacteria microaerófila: como tal, puede crecer sin problemas incluso en una atmósfera poco oxigenada;
  • El helicobacter pylori tiene forma de espiral y está equipado con flagelos en el extremo polar: gracias a estas características logra producir un movimiento "sacacorchos" que, junto con la producción de mucinasas, le permite penetrar la barrera mucosa que protege. la mucosa gástrica;
  • El Helicobacter pylori está equipado con adhesinas y glicocalix, que si es necesario le permiten adherirse al epitelio gástrico, permaneciendo inmune a los movimientos peristálticos y al reemplazo continuo de la capa mucosa que protege las paredes gástricas;
  • Helicobacter pylori muestra una marcada actividad de la ureasa: una vez que ha penetrado la capa mucosa, la bacteria encuentra un hábitat ideal, capaz de repararlo tanto por la acción del ácido presente en el estómago como por el de los anticuerpos. La posibilidad de supervivencia de la bacteria aumenta aún más por su capacidad para producir ureasa, una enzima que descompone la urea en dióxido de carbono y amoníaco. Debido a su carácter básico, esta sustancia neutraliza el ácido producido en el estómago, asegurando un nicho ecológico con un pH adecuado para el crecimiento del helicobacter pylori. El amoníaco (NH 3 ) tiene la capacidad de capturar protones H + suministrados por el agua (H + + OH-), con la formación de iones de amonio (NH4 +) por un lado y bicarbonato (HCO3- por otro) gracias a la combinación de OH-hidroxi del agua con CO2 dióxido de carbono).
  • La supervivencia de las colonias infectadas también contribuye con enzimas como la catalasa y la superóxido dismutasa, que protegen a las bacterias del efecto bactericida de las células inmunitarias. Además, en condiciones hostiles, Helicobacter pylori adopta una forma de coco, lo que le confiere propiedades de resistencia tanto en el estómago como en el medio ambiente.

epidemiología

Dada su gran capacidad para anidar y sobrevivir en el ambiente gástrico, Helicobacter pylori es responsable de una infección particularmente extendida, que afecta a casi la mitad de la población mundial. En cuanto a los países industrializados, se estima que la incidencia coincide aproximadamente con la edad de pertenencia. Así, por ejemplo, en el grupo de edad entre 40 y 50 años, la incidencia se estima en alrededor del 40-50% de la población. Esta tendencia proporcional a la edad aún se pierde después de 60-65 años, probablemente debido a la mayor difusión de la gastritis atrófica, que en los sujetos afectados genera un ambiente desfavorable para el microorganismo.

La tendencia cada vez mayor de la incidencia hasta 60 años puede explicarse considerando que las personas mayores tienen más probabilidades de haber vivido en condiciones sanitarias más desfavorables que en generaciones posteriores ("efecto de cohorte"). No es sorprendente que la prevalencia sea mayor en los países en vías de desarrollo y no es una coincidencia que la infección por Helicobacter pylori se contraiga casi exclusivamente en la infancia, especialmente a partir de los diez años; Por este motivo, gracias a las condiciones higiénicas y socioeconómicas mejoradas, los niños de hoy tienen la posibilidad de infectarse mucho menos que hace unas décadas.

Como veremos en los siguientes párrafos, a pesar de que la prevalencia de la infección es en promedio de alrededor del 30-65% de los adultos y del 5-15% de los niños, en la gran mayoría de los casos permanece completamente asintomática. En ausencia de una terapia antimicrobiana efectiva, después de contraerse, la infección por Helicobacter pylori aún puede persistir durante toda la vida.