diabetes

Pie diabetico

introducción

Una complicación típica de la hiperglucemia crónica desatendida, el pie diabético es el resultado de una serie de alteraciones metabólicas que pesan mucho en la integridad funcional y estructural de los vasos sanguíneos.

Cuando no se trata adecuadamente, el pie diabético puede causar consecuencias catastróficas, como úlceras sangrantes, infecciones y gangrena.

La planificación de un programa de prevención dirigido a minimizar el riesgo de callos, lesiones, úlceras e infecciones es, por lo tanto, esencial no solo para la salud y la calidad de vida del paciente diabético, sino también y sobre todo para su supervivencia.

Qué hacer y qué no hacer.

Nota

Antes de diseñar un plan específico de prevención de la diabetes, dirigido a reducir el riesgo de complicaciones neuropáticas del pie, es necesario identificar los factores de riesgo y los malos hábitos de vida del paciente.

Como sabemos, debido a la sensibilidad reducida (neuropatía) en las extremidades inferiores, los pacientes diabéticos están constantemente expuestos a lesiones en los pies, desde callos simples hasta úlceras sangrantes más complicadas. Si, además de la capacidad alterada de percibir el dolor y las variaciones de temperatura, también se agrega la mala circulación en las extremidades inferiores (arteriopatía), está claro cómo un trauma aparentemente inofensivo puede convertirse rápidamente en un daño perjudicial para el diabético.

La tabla muestra algunas pautas importantes que pueden ayudar al paciente a preservar la seguridad de sus pies.

Que hacer

Que no hacer

  • Siempre use zapatos cómodos.
  • Usar calcetines de algodón sin costuras rígidas.
  • Cambiar los calcetines una o más veces al día.
  • Use plantillas de silicona suaves, útiles para equilibrar el peso del cuerpo mientras camina
  • Para la pedicura preferimos limette y pinceles a las tijeras.
  • Realice siempre una adecuada higiene personal de los pies (es recomendable ponerse en contacto con el podólogo).
  • Revise las plantas de los pies una o más veces al día para asegurarse de que no haya cortes o abrasiones
  • Seguir una dieta sana y equilibrada.
  • Aplique humectantes a sus pies varias veces al día (una precaución importante, especialmente en la piel seca y seca)
  • Lávese los pies con agua tibia y jabón neutro.
  • Siempre seque bien los pies después del baño: es recomendable aplicar compresas con toallas de algodón suave
  • Póngase en contacto con su médico en caso de hormigueo, calambres en las piernas, sensibilidad alterada
  • Siempre vigila tu azúcar en la sangre
  • Siempre examina tus pies (posiblemente te puedas ayudar con un espejo)
  • Practicar ejercicio regular y moderado.
  • Siempre póngase en contacto con un experto para eliminar callos y callos
  • Mueve tus dedos a menudo para estimular la circulación.
  • Siempre usa los mismos zapatos.
  • Use calcetines de nylon o sintéticos
  • Corta las uñas con unas tijeras afiladas.
  • Use sandalias, zuecos, zapatos de tacón alto o chanclas (alto riesgo de formación de callos y traumas en los pies)
  • Rompe cualquier ampolla bajo los pies
  • Fumar: fumar reduce el flujo de sangre a los pies, empeorando la circulación.
  • Beber alcohol
  • Caminar descalzo
  • Usa la afilada cuchilla para los callos.
  • Use anillos en los dedos de los pies
  • Use fuentes de calor directas en los pies (por ejemplo, bolsas de agua caliente, mantas térmicas, etc.): el diabético no tiene la percepción exacta del calor, lo que aumenta la posibilidad de quemaduras
  • Usar cremas irritantes en los pies.
  • Utiliza el guante de crin para exfoliar la piel de los pies.
  • Usar medias elásticas
  • Quédate mucho tiempo en agua muy caliente.
  • Cruzar las piernas durante mucho tiempo.

En presencia de pequeñas heridas, abrasiones, callos u otros traumas aparentemente insignificantes, el diabético siempre debe consultar al médico para que intervenga lo antes posible.

Si el pie diabético no se puede prevenir, se demuestra que su manejo y prevención de complicaciones son métodos para salvar vidas.

Qué hacer si ...

  1. ... el paciente diabético nota la presencia de una uña encarnada: en este caso, la intervención de un podólogo es esencial para prevenir infecciones de los pies, abscesos y úlceras sangrantes.
  2. ... el paciente diabético sufre infecciones micóticas aparentemente inofensivas, como hongos en las uñas o el pie de atleta: incluso en estas circunstancias, el pie diabético debe someterse de inmediato a tratamientos antifúngicos específicos para erradicar la infección en poco tiempo. y prevenir la proliferación indiscriminada de hongos.
  3. ... el diabético tropieza y golpea el pie contra un objeto afilado o una pared: considerando que cualquier forma de trauma aumenta el riesgo de complicaciones, es esencial asegurarse de que el trauma sea menor y, de no ser así, remediar la lesión de inmediato. se habían sometido.
  4. ... el diabético es fumador: ahora se sabe que fumar causa daños micro en los vasos sanguíneos pequeños, especialmente en las extremidades inferiores. El daño inducido por el hábito de fumar ralentiza el proceso de curación (p. Ej., Curación de una posible herida), lo que expone al paciente de forma exagerada al riesgo de infecciones, úlceras, gangrena y, por lo tanto, amputación.
  5. ... el diabético está sujeto a callos, callos o ampollas: como sabemos, incluso un callo pequeño puede iniciar una serie de consecuencias peligrosas, que conducen a infecciones de mayor gravedad. En tales circunstancias, además de prestar mucha atención a la salud de los pies, un diabético debe usar parches específicos, ortesis o almohadillas de goma de silicona para proteger el pie diabético del trauma y la presión.