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definición
La diarrea del viajero es una infección intestinal debido a la ingestión de alimentos y bebidas contaminados (por ejemplo, verduras crudas, huevos, carne y pescado ligeramente cocido, leche no pasteurizada y productos lácteos). Ocurre comúnmente durante las estadías en países donde las condiciones sanitarias son precarias.
La diarrea del viajero puede ser causada por bacterias, virus y parásitos.
En muchos casos, el origen del trastorno se debe a bacterias endémicas en el agua local, que carece de una purificación adecuada. Escherichia coli es responsable de la mayoría de las infecciones.
Las personas inmunodeprimidas o que toman medicamentos que disminuyen la acidez gástrica (antiácidos, bloqueadores H2 e inhibidores de la bomba de protones) pueden desarrollar formas más graves de la enfermedad.
Otros factores que pueden predisponer a la diarrea del viajero son el estrés del viaje, el cambio de alimentos, el clima y la altitud. Las moscas pueden actuar como vectores pasivos de agentes infecciosos, llevando los patógenos de un alimento a otro.
Síntomas y signos más comunes *
- astenia
- Calambres abdominales
- diarrea
- deshidratación
- disentería
- Dolor abdominal
- Dolores musculares
- fiebre
- Gorgoteo abdominal
- Dolor de cabeza
- náusea
- Sangre en las heces
- vómitos
Direcciones adicionales
La diarrea del viajero se manifiesta con severidad variable. Típicamente, los síntomas comienzan 12-72 h después de la ingestión de alimentos o agua contaminados. El trastorno se caracteriza por numerosas descargas diarreicas acompañadas de cólicos abdominales dolorosos, náuseas, agotamiento profundo y, a veces, fiebre (casi nunca alta) y mialgias. A veces, las heces líquidas pueden ser de sangre y, en climas cálidos, el paciente puede deshidratarse fácilmente.
El diagnóstico es esencialmente clínico y las medidas diagnósticas específicas generalmente no son necesarias. Sin embargo, la fiebre, el dolor abdominal intenso y las heces de sangre pueden asociarse con afecciones clínicas más graves y deben conducir a una evaluación inmediata.
La mayoría de los casos son leves y se resuelven espontáneamente en 3-4 días. Durante este tiempo, lo más importante es reponer líquidos (evitando las bebidas carbonatadas, el alcohol, el café y el té) y comer alimentos ligeros. En algunos casos, tomar medicamentos contra la diarrea y antiarréicos puede ayudar a aliviar los síntomas. Si después de unos días el intestino no se ha regularizado, es mejor consultar a un médico para evaluar la administración de un antibiótico específico (por ejemplo, ciprofloxacina o levofloxacina, azitromicina y rifaximina).
En cuanto a la prevención, los viajeros deben evitar comprar alimentos y bebidas de los vendedores ambulantes, comer solo alimentos cocinados (aún calientes), frutas que puedan pelarse y bebidas servidas en una botella cerrada y sin hielo. Además, deben evitarse las verduras crudas. Preste atención también a bañarse y no usar agua del grifo, ni siquiera para lavarse los dientes.