síntomas

Síntomas pie plano

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definición

El pie plano es una malformación caracterizada por el descenso de la bóveda longitudinal (o arco plantar) y por la pronación en valgo del calcáneo. Esto provoca una marcada rotación interna del pie bajo carga (ultrapronación) y un aumento de la superficie de apoyo. La distribución de peso alterada que sigue predispone al desarrollo de fenómenos degenerativos y dolorosos.

El pie plano puede ser estructurado (de origen congénito) o adaptativo (secundario a defectos posturales y otras patologías). Pueden predisponer al trastorno: traumas y fracturas en el pie o el tobillo, enfermedades neurológicas (como la espina bífida), artritis reumatoide y miopatías. Entre los factores que aumentan el riesgo se incluyen la obesidad y el sobrepeso, hábitos posturales incorrectos, calzado inadecuado y periodos prolongados de inactividad de las extremidades inferiores.

Síntomas y signos más comunes *

  • callos
  • Dolor en el pie
  • Dolor en el talón
  • Dolores en las articulaciones
  • Hipermovilidad articular
  • Dolor de espalda
  • metatarsalgia
  • Pérdida de equilibrio
  • Pies hinchados y cansados
  • Rigidez articular
  • Tacones agrietados

Direcciones adicionales

La reducción (o desaparición) de la bóveda plantar puede causar fatiga prematura y dolor en el pie, especialmente debajo de la planta, en la región medial y en el área del talón. Además, la parte posterior del pie puede aparecer hinchada, así como el interior del tobillo.

Las posibles consecuencias del pie plano incluyen hallux valgus, dedos en martillo, fascitis plantar, metatarsalgia, tendinopatías (especialmente en el tendón del músculo tibial posterior), artrosis y colapso de la bóveda plantar. Cuando el pie plano está muy marcado, también la articulación de la rodilla se adapta a esta condición, estructurándose en valgo.

El tratamiento de los pies planos implica el uso de ortesis y ortesis (en niños) y compensatorio (en adultos). El fortalecimiento muscular también puede ser útil mediante la realización de ejercicios adecuados. Sin embargo, los casos más graves pueden requerir algunos procedimientos quirúrgicos para corregir la pronación del talón y elevar la bóveda plantar.