salud del corazon

Síntomas de los tumores del corazón

definición

Los tumores cardíacos son procesos neoplásicos raros que pueden originarse en cualquier tejido del corazón. Se distinguen en primitivas (benignas o malignas) y metastásicas (siempre malignas).

Los tumores cardíacos primitivos se desarrollan a partir de la transformación neoplásica de las mismas células del corazón, mientras que las formas metastásicas son secundarias principalmente a los tumores de pulmón, linfomas, cáncer de mama, leucemia, melanoma, carcinoma hepatocelular y cáncer de colon.

Afortunadamente, los tumores primitivos benignos son más comunes que los tumores malignos (relación 3: 1). Entre las formas primitivas benignas, el mixoma es el más extendido, seguido de los fibromas, lipomas, fibroelastomas papilares y rabdomiomas. Los angiosarcomas, por otro lado, son las neoplasias malignas primarias.

Síntomas y signos más comunes *

  • anemia
  • anorexia
  • arritmia
  • ascitis
  • astenia
  • Aumento de la ESR
  • escalofríos
  • Quemadura retroesternal
  • caquexia
  • cardiomegalia
  • palpitaciones
  • Tobillos hinchados
  • cianosis
  • disfagia
  • disnea
  • Distensión de las venas del cuello.
  • Dedos del palillo
  • Dolor de pecho
  • Dolores en las articulaciones
  • Dolores musculares
  • edema
  • hemoptisis
  • hepatomegalia
  • fiebre
  • Piernas hinchadas
  • Hidrante fetal
  • hipotensión
  • ortopnea
  • palidez
  • Perdida de peso
  • petequias
  • trombocitopenia
  • Muñeca paradójica
  • Retención de agua
  • Sindrome de raynaud
  • Soplo cardiaco
  • modorra
  • transpiración
  • Sudores nocturnos
  • desmayo
  • taquicardia
  • taquipnea
  • Taponamiento cardiaco
  • tos
  • Derrame pericárdico
  • mareo

Direcciones adicionales

Los síntomas dependen del tipo, la ubicación y el tamaño del tumor, y del grado de afectación de las estructuras cardíacas. Algunos tumores cardíacos al inicio son asintomáticos o causan pequeñas manifestaciones específicas, a menudo interpretadas como signos de otras enfermedades cardiovasculares más comunes y menos graves.

Con el tiempo, las manifestaciones de los tumores cardíacos primitivos benignos pueden depender de la compresión de las cámaras cardíacas o coronarias, la irritación del pericardio, la salida desigual a través de las válvulas y la embolización de pequeños fragmentos del tumor. La afectación pericárdica puede causar dolor en el pecho, tos, dificultad para respirar y angina, y si hay un derrame, puede ocurrir un taponamiento cardíaco. Si el tumor previene la función de la válvula y / o el flujo de salida puede causar estenosis o disfunción de las válvulas del corazón y comprometer la actividad del corazón. La afectación del sistema de conducción, por otro lado, puede provocar palpitaciones, respiración sistólica mitral, taquicardia y bloqueo auriculoventricular o intraventricular.

Los síntomas sistémicos causados ​​por los tumores cardíacos incluyen fiebre, escalofríos, somnolencia, artralgia, debilidad muscular, dificultad para tragar, edema periférico y desgaste general, con pérdida de peso y palidez de la piel. A veces hay hemoptisis, desmayos, petequias, síndrome de Raynaud e hipocracia digital. El cuadro puede complicarse por edema pulmonar, insuficiencia respiratoria, embolia (pulmonar, cerebral o periférica) e infarto de miocardio.

Los síntomas de tumores cardíacos malignos tienen un inicio agudo y una progresión más rápida; Puede haber arritmias, fiebre, malestar general, pérdida de peso, sudores nocturnos, anorexia, pericarditis e insuficiencia cardíaca progresiva. Los tumores cardíacos metastásicos, por otro lado, pueden ocurrir con dilatación cardíaca repentina, taponamiento, paro cardíaco o insuficiencia cardíaca aguda.

La evaluación diagnóstica utiliza un ecocardiograma y técnicas de imagen (radiografía de tórax, tomografía computarizada y resonancia magnética). La presencia de un tumor cardíaco se confirma mediante ecocardiografía y tipificación de tejidos mediante biopsia (durante el cateterismo abierto o la toracotomía).

El tratamiento de los tumores benignos generalmente implica resección quirúrgica. El tratamiento de las malignidades malignas o metastásicas depende del tipo y origen del tumor: puede incluir radioterapia, quimioterapia sistémica y manejo de las complicaciones.