deporte y salud

Lágrimas y distensiones del cuadriceps.

Anatomia del cuadriceps

El cuadriceps es el músculo más voluminoso en la región anterior del muslo y, como su nombre puede mostrar, consta de cuatro partes:

  • recto femoral
  • vastos medios
  • vasto lateral
  • vasto intermedio

Su función principal es extender la pierna (solo el recto femoral también participa en la flexión del muslo sobre la pelvis).

Desgarro de los cuadriceps

El cuadriceps está formado principalmente por fibras blancas (IIa), que permiten movimientos poderosos y explosivos. Durante estas contracciones violentas, los cuádriceps pueden romperse cerca de la unión musculotendinosa. En este caso, hablamos de un desgarro muscular, un evento traumático que puede causar la ruptura de un número reducido de fibras (desgarro de primer grado), o involucrar una parte más importante del músculo (desgarro de segundo grado) hasta su desgarro completo ( desgarro muscular de tercer grado).

Otras veces, la rotura de las fibras es causada por un trauma que afecta a los cuadriceps cuando se contrae (impacto de la rodilla del oponente contra el muslo en la patada). En estos casos, el músculo se comprime violentamente contra el hueso subyacente y puede lesionarse.

Una lágrima puede golpear el cuadriceps incluso cuando el músculo está demasiado estirado. A menudo, en estos casos no hay una ruptura real, sino un simple alargamiento de las fibras musculares que, aunque excedan su límite de tolerancia, están dañadas pero no laceradas. En estos casos se trata de estiramiento muscular, una lesión de tamaño mediano, a menudo debido a un desequilibrio entre la fuerza del cuádriceps y la de los músculos isquiotibiales (isquiocrural) a favor de este último.

Los síntomas

  • Dolor agudo y violento en el momento del trauma, más fuerte es el porcentaje de fibras dañadas
  • El dolor inicial sigue a un espasmo muscular.
  • Aumenta el dolor durante la palpación del área lesionada.
  • Restricción de movilidad; en el caso de estiramiento simple o desgarro muscular de primer grado, el dolor puede ser tolerado y permitir la continuación de la actividad deportiva; sin embargo, es aconsejable detener el entrenamiento incluso si el dolor que se siente es leve.
  • Aparición de hinchazón y hematoma, a menudo extendida
  • Percepción táctil de un paso en la parte frontal del muslo cerca del área lesionada (en caso de lesión grave)
  • El dolor puede ser evocado por la contracción contra la resistencia.

Cuidado y tratamiento

Recomendamos la aplicación inmediata de RICE, el protocolo más acreditado para lesiones musculotendinosas agudas. En esta fase inicial, los objetivos del tratamiento son: inmovilización, la aplicación de una compresa fría durante 15-20 minutos cada dos o tres horas (bolsa de hielo o spray) y una venda de compresión para reducir el sangrado y Tensión mecánica sobre la estructura lesionada. Si el dolor es muy intenso, no dude en usar las muletas, en cualquier caso evite contraer o forzar el músculo lesionado.

Su médico puede recetarle medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno para reducir la inflamación y el dolor. En caso de rotura completa y / o sangrado severo, la hospitalización puede ser necesaria para mantener la situación bajo control; Especialmente en situaciones similares, la ingesta de aspirina (ácido acetilsalicílico) está contraindicada, debido al poder antiplaquetario (bloqueo irreversible de la plaqueta COX-1) más alto que el reversible de ibuprofeno y otros AINE.

Si después de 48 a 72 horas del trauma, la inflamación ha disminuido, aparecen hematomas y hay una mejora en la capacidad contráctil, se puede iniciar el programa de rehabilitación. Si los síntomas no muestran signos de mejoría, comuníquese con un médico que realizará investigaciones adicionales para aclarar la situación y excluir complicaciones.

El fortalecimiento de los cuadriceps combinados con ejercicios de estiramiento es necesario para prevenir la cronicidad de las lesiones. Es recomendable aumentar gradualmente la intensidad de estos ejercicios: en la fase inicial, por ejemplo, es bueno trabajar con cargas moderadas y un alto número de repeticiones; De esta manera se facilitará el flujo local de sangre, oxígeno y nutrientes, facilitando el proceso de regeneración y limitando la formación de tejido cicatricial. En estas fases iniciales, la rehabilitación con agua es particularmente útil, lo que permite limitar la carga en la extremidad lesionada.

Las terapias físicas más útiles incluyen ultrasonido y terapia de tercar.

TIEMPO DE RECUPERACIÓN : la curación generalmente ocurre en 2 a 12 semanas, dependiendo de la extensión de la lesión y el hematoma.

La cirugía solo es necesaria en los casos más graves o cuando las lesiones se vuelven crónicas.