salud ocular

Trasplante de córnea: rechazo y otras posibles complicaciones.

La córnea es la membrana transparente del ojo que cubre el iris y la pupila .

Al ser un área bastante delicada y con posibilidades limitadas de autoreparación, una de sus lesiones también podría tener serias consecuencias y requerir el llamado trasplante de córnea .

El trasplante de córnea es el procedimiento quirúrgico mediante el cual la sustitución total o parcial de la córnea original, gravemente dañada, se realiza con un elemento saludable similar, proveniente de un donante fallecido o de origen sintético.

La mayoría de los trasplantes de córnea se reservan para las personas con queratocono, una condición mórbida del ojo que puede causar una disminución significativa de la visión incluso a una edad temprana .

Una de las complicaciones más temidas del trasplante de córnea es el rechazo, es decir, la reacción exagerada, iniciada por el sistema inmunitario, contra el "nuevo" órgano implantado. Además, el sistema inmunológico de un organismo específico sirve específicamente para reconocer y atacar todo lo que es extraño al propio organismo.

Fenómeno discretamente común, de hecho, afecta a un trasplante en 5 (aproximadamente el 20% de los pacientes); el rechazo de la córnea se manifiesta con diferentes síntomas y signos, que incluyen:

  • Visión borrosa
  • Enrojecimiento ocular
  • Sensibilidad a la luz ( fotofobia )
  • Dolor en el ojo operado.

Ante esta sintomatología, lo mejor que puede hacer es ponerse en contacto con su médico lo antes posible para exponer el problema. Con una provisión oportuna, es posible detener la evolución de la complicación.

Para aumentar el riesgo de rechazo, la inflamación ocular contribuye, por ejemplo, a ambientes con humo, irritantes, polvo o días particularmente ventosos.

OTRAS COMPLICACIONES

Además del rechazo, el trasplante de córnea también puede implicar otras complicaciones, como:

  • astigmatismo
  • glaucoma
  • uveítis
  • Desprendimiento de retina
  • La reaparición de la condición mórbida que hizo necesario el trasplante.
  • Pequeña reapertura de heridas quirúrgicas. Recuerde que la reparación de la córnea es muy lenta, por lo que una herida del daño de la misma cura muy lentamente.
  • Infecciones, especialmente cuando las heridas quirúrgicas están sanando.