salud ocular

Cataratas y terapias prostáticas: riesgos asociados a la cirugía.

La tamsulosina es un bloqueador alfa, utilizado para tratar trastornos del tracto urinario inferior en pacientes con hiperplasia prostática benigna (HPB). Los medicamentos que contienen este ingrediente activo reducen la tensión del músculo liso de la próstata y la uretra, facilitando la micción y disminuyendo la necesidad de orinar con frecuencia.

Además de actuar sobre la glándula prostática agrandada, el efecto de tamsulosina afecta inadvertidamente al ojo y puede complicar la cirugía de cataratas, cuando proporciona, en particular, la técnica de facoemulsificación (aplastamiento de la lente con el uso de ultrasonido).

Las drogas basadas en tamsulosina, de hecho, están implicadas en la aparición de la bandera del iris ("floppy-iris"), un síndrome donde la parte coloreada del ojo se debilita y pierde su consistencia y resistencia habituales. Tras la incisión realizada para acceder al núcleo de catarata, el riesgo es el prolapso del iris; La pupila también tiende a encogerse progresivamente, reduciendo la visibilidad para el cirujano y haciendo que los movimientos necesarios para el éxito de la operación sean más complejos.

Estos resultados adversos se reducen si el paciente informa al cirujano antes de usar tamsulosina; este último, durante la programación de la intervención, puede tomar las precauciones adecuadas con respecto a los medicamentos y las técnicas quirúrgicas alternativas que se utilizarán.