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Peso en el embarazo

El aumento de peso durante el embarazo es un evento absolutamente fisiológico y, si se mantiene dentro de ciertos límites, es esencial para la buena salud del niño y la madre. En los primeros tres meses de gestación, el aumento de peso se debe principalmente a la acumulación de reservas de energía (tejido adiposo), necesario para garantizar al niño un suministro adecuado de nutrientes en los últimos meses de embarazo. De hecho, esta es la fase en la que el feto crece más rápidamente, contribuyendo concretamente al aumento de peso de la madre.

El peso de la madre es importante no solo durante la gestación, sino también en el momento de la concepción. Comenzar un embarazo con el peso correcto e ir incrementándolo gradualmente a un ritmo moderado, es de hecho la mejor manera de hacer crecer a un niño de manera óptima.

Para descubrir en solo unos momentos cuál es su peso ideal, hemos preparado el siguiente formulario de cálculo automático, que junto con el peso del formulario también devuelve el aumento de peso recomendado durante todo el embarazo.

Este gráfico muestra el peso fetal promedio en diferentes momentos del embarazo. En los primeros meses este aumento es limitado, para no interferir significativamente con el peso materno. En este primer trimestre del embarazo, el aumento de la masa corporal materna tiene una importancia limitada y está esencialmente relacionado con la necesidad de satisfacer las futuras necesidades fetales y la preparación física para la lactancia materna.

El aumento de peso real se hace más evidente a partir del cuarto mes, pero luego se desacelerará en los últimos tres meses de gestación. En esta etapa, el aumento del peso materno se debe esencialmente al desarrollo del feto.

A modo de ejemplo, reportamos el aumento en el peso corporal promedio de la mujer embarazada durante el embarazo:

  • PRIMER TRIMESTRE: 1, 5-2 kg (500 gramos al mes)
  • SEGUNDO TRIMESTRE: 4.5-5.5 kg (350-450 gramos por semana)
  • TERCER TRIMESTRE: 2.5-3.5 kg (200-300 gramos por semana)

En términos absolutos, un aumento de alrededor de 12 kilos se considera normal para todo el curso del embarazo.

Importancia del monitoreo constante del propio peso.

El resultado proporcionado por el formulario de cálculo anterior debe ser una guía, no una ley. Una ligera desviación de los valores recomendados es a menudo fisiológica, pero es bueno no tomarla a la ligera. El peso se verificará regularmente para detectar cualquier cambio anómalo en el tiempo. Si, por ejemplo, el peso corporal aumenta más de 1 kg en diez días, es recomendable consultar a un médico, especialmente cuando este aumento está acompañado de manos y pies hinchados y edematosos.

Tanto un aumento excesivo como un crecimiento deficiente del peso materno requieren controles médicos adecuados. Un aumento excesivo aumentaría, por ejemplo, el riesgo de fetos "macrosómicos" (que pesen más de 4 kg) con posibles complicaciones en el momento del parto. Comer en exceso durante el embarazo también afectaría el sistema digestivo de la mujer embarazada, con posibles repercusiones en el curso metabólico del feto y el niño (mayor riesgo de obesidad infantil).

Por otro lado, la reducción del crecimiento de peso podría indicar una falta de nutrición fetal o una patología en progreso y, en consecuencia, aumentar el riesgo de nacimientos prematuros y retrasos en el desarrollo, con repercusiones de varios tipos durante las siguientes edades. El bajo peso al nacer generalmente se asocia con una mayor mortalidad fetal y perinatal, lo que aumenta el riesgo de malformaciones y estados anémicos debido a la deficiencia de hierro, vitamina A o vitamina B12.

Nutrición para un aumento razonado del peso corporal durante el embarazo.

Al comprender la importancia del control constante del peso corporal, la futura madre debe darse cuenta de que en este período particular de la vida no es necesario "comer para dos", como lo aconseja la tradición popular, con demasiada suficiencia.

Durante el embarazo, el organismo materno debe construir los tejidos del feto en desarrollo (3-3, 5 kg), la placenta (500-600 g) y el líquido amniótico (1 kg), depositar grasa de reserva (alrededor de 3 kg), apoyando la expansión de la sangre y los fluidos intersticiales (2, 5-3 kg) y el crecimiento de los senos (400 g) y el útero (1 kg); todo esto resulta en una mayor necesidad de energía y nutrientes (los pesos mostrados entre paréntesis se refieren al peso promedio de las respectivas estructuras anatómicas al final de la gestación).

El aumento de la demanda metabólica se satisface moderadamente a través de un suplemento diario de aproximadamente 250 calorías, el equivalente a 100 gramos de pan o una rebanada de pastel de manzana. En cualquier caso, es una buena regla derivar esta energía de alimentos nutritivos, ricos, por ejemplo, de proteínas de alto valor biológico (carne, pescado con moderación debido a la posible presencia de mercurio y productos lácteos, rico, entre otras cosas, calcio, etc.). muy importante para las mujeres embarazadas). Un buen suministro de fibra es importante para combatir el estreñimiento y los problemas hemorroidales que ocurren con frecuencia durante el embarazo.

Al igual que el aumento de peso, la cantidad de ingesta calórica también depende de la condición de la madre al comienzo del embarazo: se recomienda que una mujer embarazada con peso normal aumente de 150 a 200 calorías por día, una madre con bajo peso y un aumento de 350 -400 Kcal y una madre con sobrepeso un aumento de 100-150 Kcal por día.