fisiología

Tragar

La deglución es el paso del bolo desde la boca hasta el estómago. El bolo consiste en el alimento desgarrado durante la masticación, combinado con las secreciones salivales y compactado por la acción de la lengua.

La deglución es un evento bastante complejo, porque ve la participación de varias estructuras anatómicas, incluido un canal corto, llamado faringe, común al sistema digestivo y respiratorio. A lo largo de la faringe, que se comunica de manera superior con las cavidades nasales e inferior con el esófago y la laringe, puede pasar tanto el bolo alimenticio dirigido hacia el esófago como el aire respiratorio que sale de la nariz y la boca y se canaliza hacia la laringe, la tráquea y los pulmones.

El mecanismo de deglución tiene como objetivo canalizar el bolo hacia el esófago y evitar que ingrese a las cavidades nasales o tráquea. Además del bolo alimenticio, el acto de tragar empuja líquidos y saliva secretados en el esófago durante todo el día.

La entrada para el inicio de la deglución es voluntaria, pero después de activarse con un mecanismo consciente, todo el proceso continúa de forma independiente.

Cuando la lengua empuja el bolo contra las paredes posteriores de la boca, los receptores mecánicos presentes en la cavidad oral informan al sistema nervioso central, que modula la contracción y relajación de los músculos de la cavidad oral, la faringe y el esófago.

El reclutamiento o inhibición de estos músculos está destinado a excluir las vías respiratorias. El paladar blando se eleva para evitar que el bolo se levante a lo largo de las cavidades nasales. Al mismo tiempo, para evitar el descenso del bolo hacia la laringe y la tráquea, se recluta una válvula cartilaginosa llamada epiglotis que, impulsada por los músculos de la laringe, evita que el bolo tome el camino equivocado. La epiglotis se cierra para cerrar un pequeño espacio ubicado detrás de la laringe y se llama glotis. Durante esta primera fase de tragar se interrumpe la respiración (tragando apnea).

La faringe y el esófago están separados por un anillo muscular, llamado esfínter esofágico superior. En reposo se contraen los músculos que lo constituyen y se cierra el esfínter. Durante la deglución, las señales del sistema nervioso central lo liberan en respuesta a estímulos mecánicos y químicos de la cavidad bucal.

Cuando el bolo ha pasado completamente a través de este esfínter, el paladar blando vuelve a la posición de reposo, la glotis se abre y el esfínter esofágico superior se cierra.

El esófago es un tubo que tiene como objetivo transferir el bolo de la faringe al estómago. El esófago y el estómago están separados del esfínter esofágico inferior, también llamado cardias.

Gracias a la fuerza de la gravedad y la contracción de las células musculares presentes a lo largo de la pared del esófago, la comida se empuja hacia el estómago. En particular, los anillos musculares producen ondas de contracción, llamadas peristálticas, que, estimuladas por la presencia de un bolo, favorecen la contracción anular aguas arriba y la liberación hacia abajo, lo que facilita la progresión del bolo hacia abajo. El complejo de contracciones y relajación se llama peristalsis.

Las contracciones peristálticas son propulsivas y son una característica de todo el sistema digestivo. Además del esófago, también encontramos en el estómago y los intestinos, siempre calibrados para empujar los contenidos en dirección aboral (desde la boca hasta el ano). La única excepción son los vómitos, durante los cuales surgen contracciones antiperistálticas que desde la parte inicial del intestino favorecen la eliminación del quimo a través de la boca.

Gracias a la contracción peristáltica, el bolo llega al esfínter esofágico inferior. Cuando este anillo muscular es golpeado por la contracción peristáltica, se abre, lo que favorece la entrada del bolo en el estómago y termina con la deglución.

A veces, una sola contracción peristáltica no es suficiente para llevar el bolo al estómago, por ejemplo, al comer alimentos pegajosos. En este caso surgen otras contracciones peristálticas, se secreta y se traga más saliva y se repite el mecanismo de deglución, favoreciendo la progresión del bolo hacia el esófago.

En reposo, el esófago y el estómago son dos unidades separadas, ya que las cardias están cerradas. Este es un mecanismo de defensa importante, ya que el contenido del estómago es extremadamente ácido y su ascenso a lo largo del esófago dañaría fuertemente las células (ver: reflujo esofágico).

Disfagia: este término indica la dificultad objetiva para tragar alimentos sólidos o líquidos. Siempre acosador y algunas veces doloroso, puede ser causado por cambios anatómicos congénitos o adquiridos, procesos inflamatorios crónicos o transitorios, enfermedades metabólicas o la presencia de un cuerpo extraño.