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Pérdidas por Implantación

Qué son y por qué aparecen.

Las pérdidas de implantación son un flujo vaginal muy leve de sangre, que puede ocurrir al comienzo del embarazo.

Su origen es completamente fisiológico (benigno), ya que depende de la implantación del óvulo fertilizado en el útero: la invasión de la cavidad endometrial por el blastocisto, que penetra en la decidua basal y aumenta rápidamente en ella, causa una lesión de tejidos locales y vasos sanguíneos, que produce una pequeña hemorragia; La sangre que no penetra en los orificios del endometrio sino que vierte en la cavidad uterina da lugar a pérdidas de implantes.

Características y síntomas asociados.

Es una hemorragia leve, que da lugar a pérdidas irregulares de color rosado o marrón. A veces, las pérdidas de implantes se asocian con un ligero dolor de cólicos en el útero.

No todas las mujeres embarazadas experimentan este signo, el cual decir la verdad aparece muy raramente (en el 20-30% de las mujeres embarazadas). Por lo tanto, una mujer puede estar en un estado interesante incluso si no ha experimentado ninguna pérdida de implante.

Si están presentes, las pérdidas de implantes aparecen alrededor de cuatro semanas después del último período menstrual y duran desde unas pocas horas hasta un par de días. Por esta razón, las pérdidas de implantes se pueden confundir con la menstruación normal; Por la misma razón, en la primera ecografía obstétrica, algunas mujeres descubren que su embarazo comenzó un mes antes de lo que pensaban.

Sin embargo, debe reiterarse que la magnitud del flujo y cualquier calambre asociado es generalmente más leve de lo que se siente con el flujo menstrual común. Las pérdidas, por ejemplo, pueden limitarse a secreciones mucosas rosadas.

¿Qué puede simular una pérdida de implante?

Debe observarse que pueden producirse ligeras pérdidas (manchado) incluso por razones independientes del embarazo; Por ejemplo, la inflamación de la lectura o las infecciones vaginales, cervicales o uterinas, así como los desequilibrios hormonales transitorios, pueden causar pérdidas anormales en la segunda mitad del ciclo menstrual. Un examen ginecológico es deseable para enmarcar mejor el origen de tales pérdidas.