salud dental

Absceso dental: diagnóstico, terapia y pronóstico.

Absceso dental: introducción

El diagnóstico de un absceso dental es bastante sencillo, ya que una historia simple suele ser suficiente (colección de síntomas informados por el paciente). El sujeto que sufre de absceso dental acusa un dolor de muelas imparable, palpitante y agudo, como para impedir la masticación o, lo que es peor, las actividades diarias normales y el descanso nocturno.

Además del dolor, el absceso dental se manifiesta con encías enrojecidas, ganglios linfáticos del cuello agrandado, halitosis, hipersensibilidad dental en el calor y el frío, y fiebre. Antes de que los síntomas se degeneren, lo que provoca fístulas, granulomas, quistes, celulitis bacteriana y sepsis, es necesario intervenir lo antes posible con una terapia de choque con antibióticos, la única solución realmente efectiva para erradicar la infección. Recordamos brevemente que el absceso dental es el resultado de infecciones bacterianas, a su vez favorecidas por procesos cariogénicos profundos, pulpitis complicada, dientes fracturados o fracturados o piorrea avanzada.

El pronóstico es excelente cuando se detiene el absceso dental tan pronto como aparecen los primeros síntomas; de lo contrario, en caso de no intervenir, el absceso dental puede causar efectos devastadores, hasta la muerte en casos extremos.

diagnóstico

Como se mencionó, el diagnóstico de un absceso dental es bastante simple. Una investigación anamnésica (que es la colección de síntomas acusados ​​por el paciente) es, de hecho, suficiente para plantear la hipótesis de un absceso en curso. En cualquier caso, el dentista realiza una visita al especialista para verificar la infección. La presencia de material purulento (bacterias, residuos celulares, plasma y glóbulos blancos) en la encía, en el hueso mandibular o en la pulpa del diente se puede determinar mediante pruebas de diagnóstico-investigación apropiadas:

  • Tocando el diente. Muchas veces, el absceso dental hace que los dientes sean extremadamente sensibles; por lo tanto, un simple toque del diente puede agudizar el dolor de muelas. Para probar la intensidad del dolor, el dentista toca suavemente o presiona ligeramente el diente involucrado en la patología.
  • Aspiración: el dentista inserta la aguja de una jeringa en el área gingival inflamada para aspirar una posible muestra de pus. Posteriormente, la muestra se envía al laboratorio para un examen de cultivo bacteriano.
  • Radiografía: prueba diagnóstica útil para detectar la severidad del absceso dental. Las radiografías están generalmente indicadas en el caso de dientes rotos y astillados, e hipotética infección del hueso mandibular.

Terapias y tratamientos.

La terapia de abscesos dentales tiene como objetivo:

  1. Matar patógenos involucrados en infecciones → antibióticos
  2. Retirar el dolor y todos los demás síntomas → ayudas terapéuticas.
  3. Salvar el diente de una extracción hipotética → intervención inmediata

Al tratarse de una infección, el tratamiento antibiótico dirigido es la terapia más adecuada para erradicar eficazmente el absceso dental. Sin embargo, a menudo, junto con el tratamiento con antibióticos, es necesario afectar el absceso dental para drenar su contenido . El dentista, con la ayuda de instrumentos estériles, procede primero a anestesiar el área a tratar; Posteriormente, el médico practica una pequeña incisión en el absceso, para eliminar el material purulento acumulado.

Para combatir el dolor inevitable que acompaña al absceso dental, el médico le receta analgésicos anestésicos (p. Ej., Ibuprofeno, naproxeno, ácido acetilsalicílico). En presencia de fiebre alta, el fármaco más indicado es el paracetamol.

La solución más efectiva para una ALERTA PERIAPICAL (pulpitis irreversible) es la desvitalización del diente, lo que evita una posible extracción. Esta intervención consiste en la eliminación de la pulpa dental dañada y en su posterior llenado con amalgamas especiales o materiales biocompatibles. Posteriormente, el diente debe reconstruirse: se pueden implantar pasadores de metal y carbono (para apoyar la reconstrucción) y, por último, es posible cubrir el diente con una cápsula.

Si la cirugía de desvitalización no se realizó correctamente, el absceso dental podría crear un daño mayor. En tales circunstancias, es necesario proceder con una extracción quirúrgica del diente enfermo.

Un ASCENSO PERIODONTAL generalmente requiere terapias menos invasivas que el caso anterior. El detartarsai (una intervención que implica la eliminación profesional del sarro y la placa), apoyado por antibióticos y terapia para aliviar el dolor, a veces es suficiente para tratar el absceso dental. Otras veces, después de limpiar cuidadosamente la bolsa gingival en la que se ha formado el absceso, es necesario remodelar el tejido gingival para minimizar el riesgo de infecciones recurrentes.

pronóstico

El pronóstico de un absceso dental es excelente cuando la infección se trata con cuidado durante la primera etapa (síntomas muy tempranos) mediante drenaje y tratamiento antibiótico.

De lo contrario, cuando no se trata, el absceso dental puede causar complicaciones muy graves, como fístulas, quistes, granulomas, caída de dientes, osteomielitis, infección del piso de la boca y septicemia (sepsis). En pacientes diabéticos, oncológicos e inmunocomprometidos severamente, un absceso dental no tratado puede dar mal pronóstico (muerte del paciente).

prevención

La precisa higiene bucal diaria, acompañada por una escalada profesional cada 6-12 meses, previene las caries y las enfermedades de la cavidad bucal en general, incluidos los abscesos dentales.

Para una correcta higiene bucal es necesario ...

  • Cepille sus dientes al menos tres veces al día, posiblemente inmediatamente después de cada comida o merienda
  • Utilizar pastas dentales de calidad.
  • Alternando pasta de dientes blanqueadora (agresiva) con pasta de dientes más delicada para evitar el consumo de esmalte dental
  • Usar hilo dental al menos una vez al día.
  • Enjuague la boca con enjuagues antisépticos y enriquecido con flúor.
  • Use un cepillo de dientes suave o eléctrico si es posible

Las revisiones periódicas en el dentista pueden sorprender al nacer cualquier infección que sea asintomática; por lo tanto, una intervención oportuna sobre la caries, la gingivitis o la periodontitis (piorrea) minimiza el riesgo de complicaciones al evitar la aparición de abscesos dentales.