salud de la mujer

Higiene femenina íntima

El hábito de una higiene personal adecuada es una práctica muy saludable que debe enseñarse desde la infancia; de hecho, no se trata simplemente de establecer los métodos de lavado y limpieza, sino también, y sobre todo, de adoptar una serie de comportamientos útiles para prevenir diversos tipos de trastornos genitales (pérdida, irritación, inflamación, cistitis, etc.).

Lavado y limpieza

La vagina es un área del cuerpo que puede limpiarse; Por esta razón, es suficiente limpiar los genitales externos (labios grandes y pequeños, meato urinario, clítoris y vestíbulo de la vagina) con agua y un poco de jabón suave. No se recomiendan los lavados vaginales, que podrían alterar la microflora local exponiendo la vagina a un mayor riesgo de infección.

Además, la práctica de duchas vaginales no sirve en términos anticonceptivos, ya que se estima que la eficacia anticonceptiva no supera el 15-30%.

Durante la edad fértil, el pH vaginal es ligeramente ácido (alrededor de 4.5) y debe mantenerse lo más cerca posible. Por esta razón, los detergentes utilizados para la higiene íntima deben tener un pH entre 3.5 y 5.5. Dado que muchos jabones tradicionales son ligeramente alcalinos (pH> 7), recomendamos el uso de productos especialmente probados y aprobados para una higiene íntima.

En el lavado y la limpieza en general, siempre es recomendable partir de la vulva y descender hacia el ano, y no al revés, para evitar que las bacterias intestinales entren en contacto con la vagina o el tracto urinario.

El uso de aerosoles y otros productos desodorantes en la región íntima está contraindicado, primero porque podría causar irritación o reacciones alérgicas, según el motivo por el cual los malos olores (si los hay) no deben ocultarse sino tratarse (a menudo causados ​​por enfermedades de transmisión sexual) .

Después del lavado, es recomendable secar cuidadosamente la zona, posiblemente utilizando el secador de pelo para evitar la humidificación excesiva de los genitales externos. La toalla debe ser estrictamente personal y debe usarse para tapar la vulva en lugar de frotarla; después de su uso, se debe secar, ya que un ambiente húmedo favorece el desarrollo y la proliferación de gérmenes.

Exagerar con la higiene íntima es tan negativo como no lavar nada; Usando demasiado jabón, por ejemplo, la piel se seca y pierde su elasticidad natural. Lo mismo sucede si no procede con un enjuague generoso después de aplicar el detergente íntimo.

Higiene íntima y vestimenta.

Es necesario limitar el uso de pantimedias y pantalones excesivamente ajustados, prefiriendo la ropa interior de algodón y evitando materiales sintéticos como el nylon. Durante la noche es recomendable no usar bragas; Estos deben lavarse a altas temperaturas (90 °) y enjuagarse bien para eliminar los residuos de detergente.

Como se mencionó para la toalla, es importante evitar el uso promiscuo de la ropa interior o el traje de baño.

Comida y otros consejos.

  • En cuanto a los alimentos, se tiene especial cuidado en limitar los alimentos con un alto índice glucémico y consumir cantidades adecuadas de frutas y verduras para evitar el estreñimiento. En general, las reglas para una dieta sana y correcta son válidas.
  • Con respecto a la anticoncepción, los métodos de barrera son preferibles, como el condón tradicional. De hecho, la profiláctica es la defensa más efectiva contra las enfermedades de transmisión sexual, contra la cual la píldora anticonceptiva es casi impotente. Además, el contacto repetido con el esperma, debido a su alcalinidad intrínseca, puede favorecer el desarrollo de infecciones vaginales. Cualquier lubricante debe ser a base de agua, no aceitoso.
  • Incluso durante la menstruación, la higiene íntima no debe ser maníaca. El agua y los detergentes suaves con pH ácido (3.5-5.5) son más que suficientes y no hay necesidad de irrigación. Más bien, es una buena regla cambiar con frecuencia el delineador, ya que su excesiva permanencia aumenta el calor y la humedad locales, favoreciendo las infecciones y el mal olor.
  • Para una protección íntima, durante la menstruación, puede alternar las almohadillas internas (durante el día) con absorbentes externos, preferiblemente algodón puro, durante la noche.
  • En la playa o en la piscina, evite quedarse mucho tiempo con un traje de baño mojado.
  • En condiciones normales, las secreciones cervicales y el transudado vaginal se caracterizan por el color claro, que tiende a la transparencia y el olor agradable. Las alteraciones en su apariencia, especialmente si están asociadas con síntomas como mal olor, picazón, irritación, enrojecimiento y dolor vulva-vaginal, probablemente estén relacionadas con una enfermedad venérea. Es ingenuo esperar que estos síntomas retrocedan con una mayor higiene íntima o con el consejo de un amigo; en su lugar, es necesario enviarlos a la atención del médico o ginecólogo lo antes posible.
  • Todo lo que entre en contacto con la vagina, incluidas las manos, debe limpiarse cuidadosamente; Por lo tanto, es necesario investigar y exigir la máxima limpieza, incluso de la pareja.
  • Una higiene íntima adecuada, finalmente, no puede ignorar la consulta regular con su ginecólogo, una figura amigable que acompaña a la mujer a lo largo de su vida.