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cola de caballo

El término cola de caballo se refiere generalmente al Equisetum arvense, también conocido como cola de caballo común o cola de caballo. Esta pequeña planta herbácea prefiere suelos húmedos y frescos; por esta razón, se encuentra comúnmente cerca de zanjas y arroyos, incluso en la altura.

Odiado por los agricultores porque es infestable y difícil de erradicar, la cola de caballo es apreciada por la medicina popular y encuentra un cierto espacio incluso entre los estantes de los herbolarios modernos. Los tambores estériles, y en particular las ramitas verdes, recolectadas en julio y secadas al aire libre, constituyen la droga. Contienen:

  • Sales minerales (18-20%, potasio abundante).
  • saponinas (alrededor del 8%)
  • sílice * (5-6% de la planta seca, de ahí el uso de cola de caballo como abrasivo en el pulido de ollas de cobre)
  • ácidos orgánicos (vitamina C, ácido cinámico, diceticotartárico, oxálico y otros)
  • flavonoides (especialmente isoquercetina)
  • Trazas de alcaloides (equispermina y laustrina).

En el campo fitoterapéutico, la cola de caballo encuentra un cierto espacio como diurético y depurativo. En forma de decocción, preparada por ebullición durante treinta minutos, 50 gramos de cola de caballo fresca (20 si se seca) junto con medio litro de agua en un recipiente abierto, está indicada en presencia de edema postraumático (hinchazón después de un golpe), estados inflamatorios y Infecciones del tracto urinario inferior (cistitis, uretritis, prostatitis), para el tratamiento de la renella (facilita la expulsión de cálculos renales pequeños, de consistencia arenosa) y para "desinflar" piernas y tobillos pesados. Por la misma razón, la decocción (para ser tomada, después de la filtración y el eventual ablandamiento, en una cantidad de 2-3 tazas al día) se propone como un adyuvante en las dietas y las terapias de adelgazamiento; Su efecto drenante puede ser útil en presencia de gota y retención de agua.

Como alternativa a la decocción, los extractos secos en forma de cápsulas, que deben tomarse en dosis de aproximadamente 6 gramos / día, acompañados de abundante agua (para estimular la diuresis) también están disponibles en el mercado.

Debido a su riqueza en sales minerales, la cola de caballo es un remineralizante valioso, útil para fortalecer los huesos, las uñas y el cabello. Por este motivo, la medicina popular recomienda su uso en presencia de osteoporosis, en los efectos secundarios de las fracturas óseas y en el caso de las uñas y el cabello quebradizo.

En el equiseto se reconocen propiedades curativas, útiles para promover la cicatrización de heridas, como llagas o úlceras cutáneas molestas. En este caso, sin embargo, se indica el uso externo, en forma de compresas o lavados con decocción. Los enjuagues orales son útiles en presencia de úlceras en la boca y las gárgaras ayudan a las personas que sufren de dolor de garganta.

Las propiedades abrasivas de la cola de caballo se explotan en algunos cosméticos adecuados para pelar (procedimiento dermatológico con el que se eliminan las células de la capa más superficial de la epidermis, con el objetivo de aumentar la elasticidad de la piel y eliminar pequeñas cicatrices). La planta también es ampliamente utilizada en la prevención de arrugas y envejecimiento de la piel.

Por último, recordemos las propiedades hemostáticas de la cola de caballo que, con el apoyo de la tradición popular, la hacen útil en presencia de hemorroides (siempre para uso interno) y epistaxis (al inhalar la decocción de las fosas nasales).

Efectos secundarios : no hay limitaciones de uso; Consulte la opinión médica antes de tomar equisetum en asociación con diuréticos sintéticos.