Por el momento, no hay vacunas autorizadas contra el virus del ébola, pero la esperanza se centra en al menos dos productos, en la segunda etapa del ensayo clínico, que podrían limitar la epidemia.
La primera vacuna proviene de científicos de la Agencia de Salud Pública de Canadá, mientras que la segunda es desarrollada por la británica GlaxoSmithKline, en colaboración con los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Y la empresa italiana Okairos. En un futuro próximo, las pruebas clínicas realizadas en estos productos deberán determinar si la inducción de la respuesta inmunológica es efectiva en el hombre, así como detectar cualquier efecto secundario.
Luego, otras cinco vacunas deberían ingresar a la fase de prueba a principios de 2015.
