aditivos alimentarios

Aditivos alimentarios en la etiqueta

La ADI (Ingesta diaria admisible) o ADI (ingesta diaria admisible) establece la cantidad de cierta sustancia que una persona puede tomar todos los días, de por vida, sin consecuencias para la salud. Esta cantidad se expresa en miligramos de producto por kg de peso corporal. Los adultos, por tanto, es comprensible, toleran ciertas sustancias mejor que los niños.

¿Cómo se establece el valor de la IDA?

El fabricante propone la ingesta diaria permitida de un aditivo alimentario basándose en experimentos realizados con animales y verificados por una oficina de control. Con la administración de alimentos a roedores, se determina primero el grado máximo de toxicidad. Este último se mide teniendo en cuenta la cantidad de sustancia que causa la muerte del 50% de los conejillos de indias. Esta dosis se llama DL (dosis letal del 50%).

Durante los siguientes 90 días, se realiza una prueba para determinar la toxicidad subcrónica (toxicidad incompleta). Finalmente, se necesitan otros 2 años de investigación para establecer la toxicidad crónica (toxicidad que se manifiesta lentamente, durante un período de tiempo más largo). Finalmente, se proporciona la cantidad de aditivo que no ha causado ningún daño a los cobayas. La concentración en cobayas demostrada inofensiva se expresa en miligramos de aditivo por kg de alimento. Este valor se convierte de acuerdo con la dosis inofensiva administrada al cobayo individual y se expresa en miligramos diarios de aditivo por kg de peso corporal.

Dado que el valor de la IDA debe ser válido para las personas, la dosis inofensiva administrada al conejillo de indias se divide por 100. Este factor 100 está compuesto por un factor 10, que tiene en cuenta los riesgos de transmisión a los seres humanos, multiplicado por un segundo factor 10, considerado como un factor de seguridad.

Por ejemplo, el valor ADI para NITRATO DE SODIO es de 0.1 miligramos. Esto significa que un adulto de 70 kg puede tomar hasta 7 miligramos (70x0.1 mg) de nitrato de sodio por día, sin que esto cause daño a la salud; en consecuencia, se entiende que la dosis que puede tomarse de manera segura varía con el peso de la persona en cuestión.

Actualmente, científicos de todo el mundo están examinando el factor ADI y discutiendo nuevos principios que evalúan mejor el riesgo para la salud.

Aunque el concepto de ADI se evalúa críticamente, sus valores son la única base científica actualmente presente, y la estimación del riesgo solo se puede hacer con la ayuda de este concepto. Mientras las alternativas discutidas no sean reconocidas internacionalmente, todavía es necesario recurrir al método actualmente en uso. Sin embargo, hay nuevos entornos toxicológicos que fluyen hacia futuros programas de evaluación de riesgos.

Algunas investigaciones muestran que, para la mayoría de los aditivos que se usan en la actualidad, no es necesario temer que se excedan las dosis diarias actualmente permitidas, incluso si ciertos alimentos con aditivos se consumen por encima del promedio. Sin embargo, según algunos científicos, la superación de los valores de ADI implica riesgos (esto es particularmente cierto para grupos de personas con hábitos alimenticios especiales y en situaciones fisiológicas específicas, como el embarazo).

  • El aditivo NO DEBE REACCIONAR con el alimento o uno de sus constituyentes que originan uno o más compuestos tóxicos. Entre los diferentes ejemplos que se pueden contar, tienen particular importancia:

    • El nitrito, como tal o formado a partir de nitrato agregado, en presencia de aminas secundarias, puede producir N-alquil-nitrosaminas, carcinógenos potentes. Por lo tanto, se necesita precaución en el uso de estos aditivos, con la esperanza de encontrar sustitutos más satisfactorios;
    • El proceso AGENE, tratamiento de las harinas con tricloruro de nitrógeno, se abandonó cuando ocurrió que reaccionó, en particular, con la metionina del gluten, lo que resultó en una sulfoximina tóxica;
    • El dióxido de azufre divide la tiamina (vitamina B1): por lo tanto, su uso está prohibido en los alimentos que representan una fuente dietética de esta vitamina.
    • El dietilpirocarbonato, un poderoso antiséptico, bajo ciertas condiciones, antes de descomponerse en sus componentes (alcohol etílico y dióxido de carbono), puede reaccionar, por ejemplo, en vinos, con nitrógeno amoniacal y originar uretanos, carcinógenos. Para ello se ha abandonado el uso del compuesto en enología;
  • El aditivo NO DEBE MASCARILLAR las alteraciones en los alimentos. Por esta razón, se ha prohibido el uso del sulfito, especialmente en la carne picada, donde ha sido reemplazado por ácido ascórbico o mejor, por escrupulosas normas higiénicas que también incluyen la conservación a baja temperatura y, si es posible, se sellan al vacío;
  • El aditivo NO DEBE MÁSCARAR fraude comercial;
  • El aditivo DEBE RESPONDER A LAS NORMAS DE PURIDAD definidas, especialmente en lo que respecta a residuos e impurezas del procesamiento, y trazas de metales tóxicos;
  • De los métodos analíticos aditivos, tan simples como sea posible, deben estar disponibles para el reconocimiento y la determinación cuantitativa en todos los alimentos para los que se permite su uso.
  • Todos los aditivos permitidos deben estar listados en LISTAS POSITIVAS por la Administración de Salud. Las listas positivas deben actualizarse constantemente, en relación con la continuación de la investigación toxicológica.