nutrición y salud

Seguridad alimentaria

Seguridad alimentaria

La seguridad alimentaria es un tema que la población siente mucho, especialmente durante este período en el que el terremoto de Japón era el protagonista. De hecho, la seguridad de lo que se come está estrechamente relacionada con la salubridad de los alimentos, la bondad de los alimentos y, por consiguiente, con la salud de la persona.

Terremoto en japon

El daño sufrido por algunos de los reactores nucleares de la planta de Fukushima luego del terremoto del 11 de marzo de 2011, causó la alarma de "seguridad alimentaria", no solo en el este sino también en Europa: el miedo es el hilo conductor y representa El riesgo de posible contaminación por isótopos radiactivos.

Lamentablemente, en la actualidad, todavía hay poca información contradictoria sobre el daño causado por la nube tóxica, que es insuficiente para garantizar la inocuidad de los alimentos japoneses de plantas y animales. Sin embargo, es bueno considerar que Italia no acepta muchas importaciones de alimentos derivados de Japón, sino productos de pesca y pequeñas cantidades de preparaciones vegetales, que no tienen nada que ver con las frutas y hortalizas frescas.

El enfoque con el que se debe abordar la alarma de seguridad alimentaria es esperar a que las autoridades japonesas determinen el daño causado: en Italia, los controles fronterizos deben reforzarse en las plantas y alimentos de origen animal procedentes de Japón.

Calidad de la comida

Más específicamente, "seguridad alimentaria" es sinónimo de la calidad higiénico-sanitaria, nutricional y organoléptica de lo que se come, pero no solo: también debemos centrarnos en todos los procesos de producción, transformación, preparación y consumo de alimentos, que Se utilizan para garantizar la calidad de los propios alimentos. De hecho, si solo uno de estos procesos sufre un problema, ya no es posible garantizar la salubridad de los alimentos, causando posibles complicaciones en el organismo humano.

Normas HACCP e ISO

La tecnología actual de los países industrializados ha ido tan lejos como para garantizar la seguridad casi absoluta de lo que se come: de hecho, hay algunas reglas que deben cumplirse escrupulosamente antes de la comercialización de cualquier producto. Las normas que protegen la inocuidad de los alimentos se resumen en: HACCP, que representa todas las medidas necesarias para la higiene de un alimento determinado, y las normas ISO, indispensables para la trazabilidad del producto dentro de las cadenas de suministro de alimentos.

Conservabilidad de los alimentos

Además, para la correcta conservación de un alimento colocado en el mercado y para la inocuidad de los alimentos es necesario agregar otras sustancias a ese producto, a fin de mejorar su calidad, haciéndolo más conservable: la adición de sal, azúcar, alcohol y El vinagre es una práctica antigua, pero aún hoy es aplicable con éxito. Asimismo, para preservar la inocuidad de los alimentos, se permite usar algunos aditivos alimentarios, sustancias naturales o sintéticas que se agregan intencionalmente al producto en una de las fases de preparación, transporte o almacenamiento del mismo. Antimicrobianos, conservantes, espesantes, agentes gelificantes, mejoradores del sabor son solo algunos de estos aditivos permitidos por la ley, para garantizar la salud de los alimentos.

Contaminacion y contaminacion

Pero eso no es todo: a veces se registra la intervención de algunos fenómenos inesperados (o impredecibles, como el de Japón), que ponen en grave peligro la inocuidad de los alimentos: de hecho, incluso la contaminación química, la contaminación biológica y diversos agentes. Los físicos pueden poner en riesgo la calidad de los productos. Por ejemplo, las actividades industriales pueden liberar sustancias peligrosas para los alimentos a la atmósfera (como resultado, incluso para los seres humanos): los metales pesados, las dioxinas y los pesticidas pueden crear graves problemas para los productores y consumidores.

En lo que se refiere a los agentes físicos, se hace referencia a todas aquellas sustancias o residuos que se introducen voluntaria o involuntariamente en una o más fases de la preparación del alimento, que va desde el cultivo hasta el envasado del producto terminado. El problema biológico es a veces el más peligroso: Salmonella, Escherichia Coli, Enterobacter sakazakii son solo algunos ejemplos de microorganismos patógenos que pueden comprometer la seguridad de los alimentos. A partir de aquí, es comprensible que la adopción de un plan de control y prevención de alimentos sea de primera necesidad.

El problema de la seguridad alimentaria crece exponencialmente en aquellos países afectados por hambrunas, donde el riesgo de desnutrición, contagio y enfermedad es muy alto: al final de esto, se puede entender la gravedad del caso japonés, cuando, además de la hambruna y el momento trágico, También se añade a la posible contaminación nuclear.