psicología

Bostezar bostezando

El bostezo es un reflejo que consiste en una inhalación profunda seguida de una exhalación igualmente generosa. Aunque es un gesto particularmente común no solo entre los hombres, sino también entre muchos animales, todavía sabemos poco sobre los mecanismos fisiológicos de los que se origina.

Entre los mamíferos, el acto de bostezar se encuentra en diferentes situaciones, cada una de las cuales adquiere un significado diferente. Por ejemplo, estamos bostezando en los momentos previos al descanso dictados por los ritmos circadianos, durante y después de una comida, pero también en situaciones que tienen un cierto significado social y sexual. No es raro ver a un guepardo bostezar antes de comenzar el ataque de la presa, como si fuera una forma de reunir el oxígeno necesario para el esfuerzo físico inminente y violento; el hipopótamo realiza este gesto como un signo de amenaza, como para intimidar al adversario mostrando los dientes poderosos; para el hombre, el bostezo es un acto particularmente contagioso.

¿Pero cuáles son las razones fisiológicas por las que bosteza? En este sentido, se han planteado numerosas hipótesis y es muy probable que esta reflexión se derive de la integración de diferentes estímulos. Una de las primeras teorías, que permaneció en boga durante varios años y suplantada por las últimas investigaciones, sugirió que la aparición de bostezos era una forma de aumentar la cantidad de oxígeno en el cuerpo, en respuesta a un exceso de dióxido de carbono en la sangre. La hipótesis de que el bostezo es una forma de mejorar la eficiencia física sigue siendo respaldada por varios estudios. Uno de estos, al colocar el arnés tibio o frío sobre la cabeza de los sujetos con la intención de ver videos de bostezos, ha llegado a la conclusión de que bostezar es una manera de mantener la temperatura del cerebro constante, evitando que suba demasiado. Una conclusión similar ha sido hecha por otros autores, quienes dicen que bostezar es una manera de regular la temperatura de todo el organismo. Otras teorías se refieren a la posibilidad de que el bostezo sea un reflejo desencadenado por los mismos neurotransmisores (serotonina in primis) que, al actuar sobre el cerebro, afectan las emociones, el estado de ánimo, el apetito y otros aspectos de nuestras vidas. También hay quienes dicen que bostezar es una forma de comunicar apatía (de ahí que surja la contagia del gesto), compartiendo el comportamiento y el estado fisiológico de quienes nos rodean. Otros creen que podría ser un reflejo de imitación inconsciente, que se encuentra en la base del aprendizaje humano (como sucede en la adquisición del lenguaje), o una herramienta de comunicación no verbal para señalar a los miembros del grupo su cansancio, Sincronizando los ritmos de sueño-vigilia.

Estas y otras teorías, reportadas con sus referencias bibliográficas en el artículo bostezando (wikipedia en inglés), son un claro ejemplo de cuán complejos son los mecanismos fisiológicos que regulan las diferentes funciones corporales; por este motivo, si aún no lo ha hecho mientras leía el artículo, la próxima vez que se pierda un bostezo probablemente no lo liquidará más como un simple signo de fatiga.