salud del sistema nervioso

Aneurisma cerebral - Diagnóstico, terapia, prevención

diagnóstico

La ruptura de un aneurisma cerebral causa efectos inmediatos y un tanto inequívocos.

Por lo tanto, ya a partir de la descripción de los síntomas sufridos por el paciente, el médico puede establecer un diagnóstico previo.

Figura: imagen diagnóstica de un aneurisma cerebral. Desde el sitio web: www.fundaceclm.org

Claramente, se necesitan investigaciones de diagnóstico adicionales para proporcionar más información sobre el sitio y la gravedad del aneurisma.

Durante el diagnóstico, es esencial proceder con la máxima velocidad y precisión, ya que la condición del paciente, afectada por un aneurisma cerebral, es fundamental.

OBJETIVO EXAMEN

Durante el examen físico, el médico interroga al paciente, o quién estaba con él en el momento de la aparición de los síntomas, para comprender si realmente puede ser un aneurisma cerebral. En estas situaciones, por lo tanto, la descripción de los síntomas y hábitos de la vida se convierte en la primera fuente verdadera de información (anamnesis).

El dolor de cabeza, la confusión, las dificultades visuales, los hábitos alimenticios incorrectos, la hipertensión crónica, etc., son elementos que, si están presentes, llevan a pensar en un posible aneurisma y hemorragia cerebral.

El examen físico también se vuelve muy importante incluso cuando te encuentras con un paciente que se queja de los síntomas de un aneurisma cerebral ininterrumpido.

DIAGNOSTICO INSTRUMENTAL

Los exámenes instrumentales permiten confirmar o excluir el diagnóstico previo, el sitio del aneurisma y el área del cerebro afectada. Conocer estos detalles ayudará al médico a intervenir de inmediato en el paciente.

Además, ciertas comprobaciones de diagnóstico permiten reconocer incluso aneurismas cerebrales no rotos o caracterizados por pequeñas pérdidas de sangre.

  • Tomografía axial computarizada ( TAC ). Es un examen de rayos X, que proporciona imágenes bastante claras del cerebro. Indica si se ha producido una ruptura de aneurisma y dónde se ha producido ( angio-TAC ). Es el primer examen, generalmente, al que está sometido el paciente. Se considera un poco invasivo, ya que utiliza radiación ionizante.
  • Punción lumbar . Consiste en la extracción del líquido cefalorraquídeo (o licor) y en su análisis. Cuando se produce una hemorragia subaracnoidea, el licor del paciente contiene trazas de sangre. Debido a sus posibles efectos secundarios, la punción lumbar se realiza solo si la tomografía computarizada ha fallado, pero la presencia de un aneurisma sigue siendo la hipótesis más acreditada.
  • Resonancia nuclear magnética ( RMN ). Proporciona imágenes claras de los vasos sanguíneos y el sitio de ruptura. Además, es la prueba más ampliamente aplicada en casos de aneurismas cerebrales no rotos, ya que no utiliza radiación ionizante dañina.
  • Angiografía cerebral . Después de insertar un catéter y un líquido de contraste en el sistema arterial principal del paciente, es posible ver (rayos X) cómo fluye la sangre hacia los vasos que suministran al cerebro.

LA EVALUACIÓN DE SÍNTOMAS CON ANEURISMOS

No es de uso común someter a los individuos a exámenes instrumentales para la búsqueda de aneurismas que aún no se manifiestan. Es el propio médico quien aconseja contra cualquier prueba de diagnóstico, especialmente las de naturaleza invasiva.

Sin embargo, hay excepciones: si hay antecedentes familiares de aneurisma cerebral o si existe una de las enfermedades congénitas asociadas con aneurismas mencionadas anteriormente, el médico puede sugerirle que se someta a estas pruebas.

tratamiento

Cuando un aneurisma cerebral se descompone, la situación es crítica y el paciente requiere asistencia médica y cirugía inmediata.

La misma atención, que se brinda a estos individuos, también puede reservarse para quienes tienen aneurismas cercanos a la ruptura. Sin embargo, en estas situaciones, la situación debe evaluarse caso por caso: si el riesgo de sangrado es alto, se toman medidas, de lo contrario nos limitamos a la observación y el control periódicos de los síntomas y las situaciones predisponentes.

La cirugia

Para tratar la ruptura de un aneurisma cerebral, es posible recurrir a dos tipos de cirugía:

  • Operación de recorte (o recorte ). El cirujano inicialmente afecta y extirpa parte del cráneo (craneotomía) para acceder al área presidida por el aneurisma. Luego, aplique una especie de pinza ( clip ) al cuello del aneurisma, con el fin de evitar que la sangre fluya nuevamente y rompa, de esta manera, la pared del vaso por segunda vez.
    Figura: imagen diagnóstica de un aneurisma cerebral. Desde el sitio web: www.fundaceclm.org Por lo tanto, con este procedimiento, el aneurisma se sella desde el exterior.

    Pros: permite reparar los vasos sanguíneos que se han roto.

    Contras: invasividad considerable, riesgo de complicaciones durante la cirugía y hospitalización muy prolongada.

  • Enrollamiento endovascular de la operación (o cierre del aneurisma ). A diferencia del recorte, esta es una técnica que resuelve el aneurisma desde dentro. De hecho, el cirujano inserta un pequeño catéter en el nivel inguinal y lo lleva donde está el aneurisma. Este catéter está equipado con una o más espirales de platino, que se colocan dentro del aneurisma para ocluirlo. Este tipo de taponamiento permite que los elementos del sistema de coagulación ocluyan la apertura del aneurisma, de modo que la sangre pueda circular, sin acceder a él.

    Pro: menos invasiva, menos arriesgada y menor hospitalización.

    Contras: un caso de 5 requiere una segunda intervención.

La elección del procedimiento quirúrgico más adecuado.

El tamaño, la forma y la ubicación del aneurisma son los tres factores en los que se basa el cirujano, antes de elegir el procedimiento más adecuado.

Junto a estas evaluaciones, también están los pros y los contras de cada tipo de intervención.

Las consideraciones correctas sobre estos parámetros son fundamentales, pero no deberían ser las únicas. De hecho, es igualmente importante recordar que un aneurisma cerebral es una situación de emergencia que debe tratarse rápida y rápidamente . El cirujano, muy a menudo, al no tener tiempo para pensar en los riesgos y beneficios de una determinada opción operativa, debe confiar en su propia experiencia.

ANEURISMOS NO ROTOS: CÓMO Y CUÁNDO ACTUAR

Si después de un diagnóstico exhaustivo se observa que la rotura de un aneurisma aún intacto es altamente probable, optamos por la cirugía. De lo contrario, es decir, si el riesgo no es lo suficientemente significativo, nos limitamos a la observación periódica del paciente y del estado en que se produce el aneurisma.

El juicio, en estos casos, depende del cirujano, que considera los siguientes parámetros:

  • Edad del paciente . Para un paciente anciano, la intervención oculta más trampas, en comparación con vivir con un aneurisma ininterrumpido.
  • Tamaño del aneurisma . Suele aparecer en aneurismas de 7 milímetros o más. Para los más pequeños, se debe evaluar la ubicación, los antecedentes familiares y el estado de salud del paciente.
  • Posición del aneurisma . El riesgo de una ruptura es mayor si el aneurisma se encuentra en los vasos más grandes, porque el flujo de sangre es más turbulento.
  • Antecedentes familiares de rotura de un aneurisma .
  • Estado de salud del paciente y presencia de uno o más factores de riesgo de aneurisma . Se deben evaluar los factores de riesgo (hipertensión, enfermedades congénitas, etc.).

ASISTENCIA MÉDICA: OTROS TRATAMIENTOS.

Un paciente que ha sufrido la ruptura de un aneurisma, además de requerir cirugía, también necesita otros tratamientos que remedien las consecuencias de la hemorragia y restablezcan la actividad cerebral normal. Sin ellos, una de las principales consecuencias que uno puede encontrar es la isquemia cerebral (o accidente cerebrovascular isquémico).

La siguiente tabla resume los principales tratamientos farmacológicos / clínicos, puestos en práctica en caso de rotura de un aneurisma cerebral.

Tratamientos no quirúrgicos:

  • Fármacos analgésicos, contra el dolor.
  • Fármacos antagonistas del calcio, contra el vasoespasmo.
  • Fármacos antihipertensivos y agentes vasopresores, contra el vasoespasmo.
  • antiepiléptico
  • Drenaje del licor, contra hidrocefalia.
  • Rehabilitación, para restaurar la funcionalidad motora y lingüística.

Pronóstico y prevención

El pronóstico relacionado con un aneurisma cerebral depende de varios factores y varía de un paciente a otro.

Cuando se produce la ruptura del aneurisma, el paciente se encuentra en estado crítico de salud y necesita atención inmediata. Sin una pronta intervención, el paciente muere. Si el rescate (por cualquier razón) no es oportuno, la probabilidad de morir, o al menos de sufrir graves consecuencias, es alta. Por otro lado, los datos estadísticos sobre la tasa de muerte debida a la rotura de un aneurisma cerebral son claros: entre el 20 y el 30% de los pacientes mueren antes de llegar al hospital; mientras que el 50% muere después de 30 días.

Sin embargo, debe hacerse un discurso particular para los aneurismas no rotos: en estos casos, el pronóstico depende de la extensión del aneurisma y de la necesidad de operar. Sin embargo, no debe olvidarse que, en estos casos, también depende mucho del paciente y de la atención que dedicará a su salud (controles periódicos y reducción de los factores de riesgo).

PREVENCIÓN

Al igual que con todas las enfermedades, la prevención de los factores de riesgo es esencial, especialmente cuando uno está consciente de estar predispuesto a un aneurisma cerebral, un derrame cerebral, etc.

En estas situaciones, el consejo más importante que se puede dar es adoptar un estilo de vida saludable, así que no fume, no abuse del alcohol, no tome drogas, coma de manera saludable, haga ejercicio incluso con actividad física moderada.

Si puede ser vital seguir estas indicaciones antes de la aparición de un aneurisma cerebral, también lo es.