nutrición

Ácidos grasos esenciales y eicosanoides.

Curado por Roberto Eusebio

RELACIÓN ENTRE OMEGA-6 (ÁCIDO ARAQUIDÓNICO) Y OMEGA-3 (EPA Y DHA)

La ciencia de la nutrición ha alcanzado hoy una mayor conciencia del hecho de que la dieta influye en muchos factores bioquímicos y hormonales de nuestro cuerpo, los mismos mecanismos que influyen en nuestro estado general de salud y la sensación de bienestar y saciedad.

Los dietistas modernos, por lo tanto, buscan un control de estos factores hormonales y bioquímicos con la intervención de una dieta equilibrada y sostenida a lo largo del tiempo, a fin de establecer un círculo virtuoso. Entre los mediadores que intentamos equilibrar con la dieta se encuentran los eicosanoides, que ahora también se pueden medir en Italia con una nueva prueba realizada mediante un método de cromatografía de gases. Los eicosanoides se derivan de los ácidos grasos esenciales, AGE o EFA (ácidos grasos esenciales), definidos de esta manera porque el organismo humano no puede generarlos; por eso es necesario tomarlos con comida.

Los eicosanoides son sustancias que pueden modular algunas respuestas endocrinas. Están representados por diferentes familias de sustancias (prostaglandinas, tromboxanos, leucotrienos, etc.) y, según los dietistas, sus niveles pueden ser modulados por la ingesta de determinados medicamentos y por la dieta. Los eicosanoides se pueden distinguir fácilmente en los derivados de Omega-6, que también incluye ácido araquidónico (AA), con efectos generalmente "negativos" sobre el metabolismo, y en los derivados de Omega-3, a los que pertenece el ácido eicosapentaenoico. (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) con "efectos positivos" en el metabolismo. Los derivados del ácido araquidónico (Omega-6) tienen la capacidad de aumentar las reacciones alérgicas, la proliferación celular, la presión arterial, las reacciones inflamatorias, la agregación plaquetaria, la trombogénesis y el vasoespasmo; también aumentan el colesterol LDL y disminuyen el colesterol HDL. En cambio, los derivados de la EPA (Omega-3) tienen efectos opuestos. Las influencias entre los eicosanoides y las hormonas, en particular la testosterona, la insulina y la hormona del crecimiento son tan complicadas que en la medicina es solo al comienzo de la comprensión completa de los efectos generales. El objetivo de las dietas modernas que tienden a establecer un equilibrio general en el metabolismo bioquímico y hormonal es estructurar una situación alimentaria que promueva la producción de eicosanoides omega-3 y reprima la de los derivados omega-6, nocivos si están presentes en exceso. Entre los objetivos más esperados también se encuentra la regulación de la hormona insulina, capaz de modular la presencia de azúcares en la sangre y, por lo tanto, la producción de eicosanoides Omega-6 derivados de situaciones de hiperglucemia (una gran cantidad de azúcar en la sangre). La investigación científica está cada vez más comprometida con una mayor comprensión de los mecanismos bioquímicos, genéticos y hormonales que nos regulan, y podemos comprender cómo los desarrollos de la investigación biomédica influirán en nuestro estado de salud en el futuro.