Intervenciones conservadoras
La desvitalización y la obturación son dos llamadas intervenciones dentales conservadoras, que tienen como objetivo restaurar una infección dental y evitar intervenciones más dúctiles, como la extracción del diente enfermo.
En el transcurso del artículo intentaremos resaltar los elementos característicos de cada intervención, centrándonos también y sobre todo en las diferencias.
generalidad
Dado que la desvitalización y la obturación están incluidas en la lista de intervenciones conservadoras, vemos en detalle para qué propósito se realizan.
debilitación
Es una operación dental destinada a destruir y eliminar la pulpa de un diente gravemente dañado por procesos cariogénicos extensos, por infecciones de la pulpa dental o por traumas de alto nivel. Después de retirar la pulpa enferma del diente previamente anestesiado, la desvitalización continúa con el sellado del canal de la pulpa a través de materiales o cementos biocompatibles específicos: este procedimiento es esencial para proteger el diente de una posible propagación de la infección en los tejidos dentales adyacentes.
RELLENO
Después de la anestesia, el diente cariado se cura mediante la eliminación de la caries dental, que siempre se realiza con ejercicios especiales; Posteriormente, el surco creado se rellena adecuadamente con amalgama o resinas específicas.
comparación
En este punto, surgen algunas preguntas espontáneas: ¿por qué no se pueden curar los dientes dañados con una simple obturación? ¿En qué circunstancias es necesaria la desvitalización?
Básicamente, la elección de una intervención en lugar de otra se establece en función de la gravedad de la infección dental subyacente. Ambos procedimientos dentales se pueden realizar para restaurar la integridad estructural de un diente infectado con caries: lo que marca la diferencia es la profundidad del proceso cariogénico. Las caries superficiales o que suben a la dentina generalmente se curan con una obturación simple: en estos casos, la pulpa dental no está involucrada, por lo que el diente conserva y mantiene su vitalidad completa.
De lo contrario, una caries profunda y particularmente extendida más allá de la pulpa (pulpa) no puede tratarse mediante una obturación simple: en tales situaciones, la desvitalización es el tratamiento de primera elección.
indicaciones
La caries no es la única infección dental que puede tratarse por desvitalización u obturación. La tabla enumera (en orden alfabético y sin importancia) las patologías dentales que pueden tratarse con estas intervenciones.
Indicaciones de desvitalización. | Indicaciones de obturador |
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Diente de sabiduría cariado
Uno de los objetivos prioritarios de la odontología moderna es proteger la integridad de los dientes cariados o infectados durante el mayor tiempo posible mediante la obturación, la desvitalización u otras prácticas conservadoras (p. Ej., Apectomía, en el caso de granulomas o quistes dentales). Sin embargo, lo que se ha dicho no se aplica generalmente en algunas circunstancias específicas: es el caso de las muelas del juicio. En general, cuando uno de los terceros molares está involucrado en procesos infecciosos, ya sean simples caries o infecciones más graves, el dentista sugiere la extracción de dientes. De hecho, no tendría sentido proceder con un relleno o incluso con una desvitalización para mantener la muela del juicio en su posición natural, siendo esto casi inútil para el propósito de masticar y la estética de la sonrisa. Pero eso no es todo. Muchos dentistas recomiendan extraer muelas del juicio incluso si se encuentran en perfecto estado de salud (especialmente si están incluidas): el objetivo es prevenir posibles trastornos futuros, en primer lugar los dientes torcidos o maloclusiones dentales.
conclusiones
La elección de restaurar un diente infectado a través de la desvitalización u obturación es responsabilidad exclusiva del médico. Antes de proceder con una intervención, el especialista debe considerar el estado de salud del paciente, la gravedad de la infección y cualquier solicitud del cliente, por lo tanto, debe actuar en consecuencia.
Después de una desvitalización u obturación, el dentista debe educar cuidadosamente al paciente sobre el comportamiento correcto que se debe tomar para minimizar el riesgo de complicaciones posteriores a la intervención.
Para concluir, le recordamos que la correcta higiene bucal (con una experiencia regular en el uso de un cepillo de dientes, pasta de dientes y seda dental), respaldada por una limpieza dental profesional cada 6-12 meses, es una estrategia profiláctica inteligente para preservar la salud dental. De esta manera, es posible escapar de intervenciones dentales como la desvitalización y la obturación que, aunque son simples y relativamente indoloras, siempre alimentan el malestar y la tensión en el paciente.