alcohol y alcohol

Alcohol y gastritis

Alcohol etílico

El alcohol etílico es una macro molécula NO nutricional que proporciona 7 kcal por gramo; Está contenido en bebidas alcohólicas obtenidas por fermentación (vino, cerveza, etc.) o destilación (grappa, whisky, etc.) gracias a la degradación de los carbohidratos (tanto simples como complejos) por algunos microorganismos o levaduras, llamados saccharomyces.

El alcohol es un nervio y, por lo tanto, actúa de manera tóxica a nivel de TODOS los tejidos corporales, sin embargo, algunos distritos son más vulnerables que otros. Las células de la mucosa digestiva son las primeras afectadas por la introducción de alcohol; de hecho, la absorción de etanol ocurre por difusión simple en el epitelio de la boca, en la mucosa gástrica y en el intestino delgado.

Una vez absorbido, el alcohol etílico entra en la circulación y llega a todas las periferias, en las que manifiesta su función tóxica más o menos evidente; El efecto más fácilmente identificable es en el sistema nervioso central (SNC): sensación de calor, desinhibición, alteración de la coordinación y alargamiento de los tiempos de reacción a los estímulos. Sin embargo, incluso si es asintomática, la citólisis ocurre en todas las formas histológicas del cuerpo: células renales, células del páncreas, células del hígado, etc. El alcohol etílico también causa una reacción hormonal muy similar a la ingesta de una carga glucémica fuerte con aumento de insulina, lo que resulta en un aumento del depósito adiposo graso por su conversión en ácidos grasos porque, al no ser un alimento nutritivo, su oxidación energética Nunca es directo.

La eliminación del etanol ocurre principalmente en el hígado gracias a procesos enzimáticos específicos; sin embargo, como resultado de la intoxicación por etil, los hepatocitos también sufren lesiones citolíticas que pueden identificarse con la detección de transaminasas en la sangre.

El uso frecuente de alcohol etílico es un factor de riesgo importante para el abuso crónico, que puede determinar la aparición del síndrome psiquiátrico por alcoholismo.

Alcohol y gastritis

A nivel gástrico, el alcohol etílico tiene una función marcadamente nociva; Puede dar lugar a complicaciones tanto agudas como crónicas, cuya manifestación depende sobre todo del nivel de predisposición individual y de la presencia de otros comportamientos inadecuados (mala alimentación, tabaquismo, nerviosismo, etc.). Las manifestaciones clínicas más frecuentes son:

  • Gastritis aguda
  • Gastritis superficial crónica
  • Gastritis atrófica crónica

La etiopatogenia de la gastritis, aguda o crónica, depende de:

  • Reducción de la síntesis de moco.
  • Alteración del flujo sanguíneo submucoso.
  • Alteración de la permeabilidad celular.
  • Bloqueo de la síntesis de monofosfato de adenosina cíclico (AMPciclico - mensajero involucrado en la transducción de señales)
  • Alteración del potencial de membrana celular.

Las complicaciones más frecuentes de la gastritis ácida etílica son agudas y crónicas; entre los agudos es posible encontrar hemorragia gástrica identificable con la aparición de vómitos sanguíneos, mientras que a largo plazo, la presencia de patologías mucosas puede ser crónica y facilitar la aparición de carcinoma gástrico.

Gastritis hemorrágica aguda

Este tipo de manifestación patológica es básicamente atribuible (20-40% de los casos) a dos causas etiológicas: el abuso de alcohol y el uso de fármacos gastrolépticos (antiinflamatorios NSA); mientras que es más raro que sea causada por la ingestión de agentes corrosivos. Los mecanismos patogénicos relacionados con el inicio de la gastritis hemorrágica aguda están vinculados a la acción epitelial perjudicial directa del alcohol sobre la mucosa, a la hiper secreción gástrica refleja y a la congestión vascular submucosa.

La gastritis hemorrágica aguda se manifiesta por lesiones de la mucosa gástrica (que a veces alcanzan la perforación del tracto digestivo) asociadas con erosiones, úlceras y hemorragias, y luego sangrado oculto y abundante; tales alteraciones orgánicas están relacionadas con síntomas tales como dolores epigástricos, quemaduras postprandiales, náuseas y vómitos sanguíneos. En ocasiones, se pueden destacar manifestaciones sistémicas como fiebre, taquicardia, palidez y sudoración. Las formas más graves de gastritis ulcerativa aguda evolucionan a anomalías de electrólitos (inducidas por vómitos) y a shock y / o colapso cardio-circulatorio; En general, el pronóstico es benigno y de corta duración (alrededor de 2 a 7 días), pero en las formas más graves no se excluyen las complicaciones de naturaleza muy grave.

bibliografía:

  • El libro italiano sobre el alcohol. Volumen 1 - A. Allamani, D. Orlandini, G. Bardazzi, A. Quartini, A. Morettini - EEA Florencia - pag 215
  • El alcohol. Alcolismi. ¿Qué cambios? - B.Sanfilippo, GL Galimberti, A. Lucchini - Franco Angels - página 96