salud del higado

Síntomas de cálculos en el hígado

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definición

Los cálculos del hígado son colecciones de material sólido, que se forman dentro del órgano cuando hay algunas sustancias en exceso, como el colesterol, las sales de calcio y los cristales de bilirrubina.

Los cálculos del hígado son más comunes entre las mujeres y, a menudo, su aparición se asocia con pérdida rápida de peso y obesidad.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar estas concreciones incluyen la predisposición familiar y los hábitos alimenticios incorrectos, que inducen problemas dislipidémicos (por ejemplo, dieta rica en grasas animales y baja en fibra, consumo excesivo de alcohol, etc.).

Otras afecciones que pueden favorecer una calculosis son el uso de medicamentos que contienen estrógeno (p. Ej., Píldoras anticonceptivas y terapia de reemplazo hormonal), baja actividad física, diabetes mellitus, anemia de células falciformes, cirrosis y fibrosis hepática.

Síntomas y signos más comunes *

  • aerofagia
  • anorexia
  • astenia
  • Acidez estomacal
  • Mala digestión
  • Tobillos hinchados
  • cólico
  • Cólico biliar
  • Dolor en un lado
  • Dolor en la boca del estómago.
  • Dolor en la parte superior del abdomen.
  • acidez
  • eructos
  • fiebre
  • Dejé claro
  • flatulencia
  • Hinchazon abdominal
  • ictericia
  • náusea
  • picazón
  • Orina oscura

Direcciones adicionales

Los cálculos del hígado pueden variar en tamaño desde unos pocos milímetros hasta unos pocos centímetros. Si permanecen lo suficientemente pequeños, su presencia puede ser asintomática. En algunos casos, sin embargo, un dolor muy fuerte puede ocurrir en la parte superior del abdomen, que se irradia hacia el lado derecho y hacia los hombros. Este cólico dura desde unas pocas decenas de minutos hasta unas pocas horas.

Los cálculos del hígado pueden asociarse con otros síntomas, como dolor en el estómago, mala digestión, hinchazón abdominal y aerofagia con eructos.

Otras veces, si se ha producido una infección (colangitis), puede aparecer una coloración amarillenta de la piel y las membranas mucosas (ictericia) con náuseas, dolor biliar y fiebre. Entre las complicaciones de los cálculos hepáticos se encuentran la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), obstrucción del conducto biliar (debido a la migración de cálculos biliares en el tracto biliar o coledocolitiasis), perforación de la vesícula biliar y peritonitis. Los cálculos hepáticos también pueden causar pancreatitis biliar aguda si estas concreciones obstruyen el conducto pancreático.

El trastorno suele detectarse mediante ecografía abdominal. En casos de cálculos difíciles de diagnosticar, es posible utilizar resonancia magnética.

Si los cálculos hepáticos son sintomáticos o complicados, el tratamiento quirúrgico puede estar indicado con técnicas mínimamente invasivas (p. Ej., Laparoscopia y colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, etc.). En algunos casos, la terapia es farmacológica e implica la administración de ácidos biliares (como el ácido ursodesoxicólico), sustancias que pueden disolver algunos tipos de cálculos.

Otro enfoque útil puede ser la litotricia extracorpórea, un procedimiento que utiliza ondas de choque acústicas para tratar de fragmentar los cálculos en partes lo suficientemente pequeñas como para pasar a través de los conductos biliares.