generalidad
El esmeralda, también conocido como ceguera nocturna, es un trastorno caracterizado por la dificultad de la visión durante la noche y en condiciones de poca luz o al atardecer.
Básicamente, podemos distinguir dos tipos diferentes de esmeralda:
- Forma hereditaria y congénita, también conocida como esmeralda congénita o ceguera nocturna estacionaria congénita;
- La forma adquirida, un ejemplo de esta forma particular de emeralopia, consiste en la emeralopia en el embarazo.
causas
Las causas de la emeralopia pueden ser de diferente origen y naturaleza.
La causa de la emeralopia hereditaria y congénita reside en una alteración en la estructura y funcionalidad de las varillas (las células fotosensibles, también llamadas fotorreceptores, que se encuentran en la retina y que son responsables de la visión en condiciones de poca luz).
La emeralopia adquirida, sin embargo, en la mayoría de los casos es causada por una deficiencia alimentaria de vitamina A (o retinol, si lo prefiere), una molécula fundamental en la síntesis de la rodopsina (glicoproteína que se encuentra en la membrana de las barras y que Un papel de primordial importancia en el mecanismo molecular de la visión. La deficiencia de vitamina A, a su vez, puede ser causada por una ingesta insuficiente de alimentos o por una absorción intestinal perdida o reducida.
En otros casos, sin embargo, la emeralopia puede ser el síntoma de otras enfermedades, como cataratas, degeneración macular senil, glaucoma, retinitis pigmentosa, neuritis óptica, retinopatía diabética, retinoblastoma, enfermedad hepática, tirotoxicosis, miopía y enfermedad de refsum.
Los síntomas
Como se indicó anteriormente, la emeralopia consiste en la dificultad de la visión en condiciones de poca iluminación y, a veces, puede constituir el síntoma de una patología básica.
Sin embargo, en combinación con este trastorno, además de la dificultad de adaptación de la retina a la luminosidad externa, no es infrecuente que se manifiesten otros síntomas, como ojo seco y cefalea.
tratamiento
El tratamiento de la emeralopia puede ser diferente dependiendo de la causa que lo causó.
Por lo tanto, si la emeralopia es causada por una deficiencia de vitamina A, es necesario intervenir con una terapia dirigida a cubrir este déficit en el paciente.
Si, en cambio, la emeralopia es provocada por patologías básicas, el tratamiento que el médico decide emprender se dirigirá a la cura de la causa primaria que ha provocado el inicio de la ceguera nocturna.
Sin embargo, en cuanto a la forma congénita de la emeralopia, desafortunadamente en este momento no existe una cura capaz de resolver esta enfermedad.