Supercompensación
La supercompensación es un modelo teórico que explica el proceso de adaptación del organismo a un estímulo de entrenamiento determinado. Este concepto se basa en el estado de equilibrio dinámico, llamado homeostasis, que regula todas las actividades de nuestro cuerpo. Cualquier condición que perturbe este equilibrio es compensada inmediatamente, en la medida de lo posible, por una reacción igual y opuesta, dirigida a restablecer el equilibrio del sistema.
El proceso de fatiga y deterioro inducido por el ejercicio físico se compensa así por una serie de reacciones, diseñadas para aumentar los procesos anabólicos regenerativos. Estas reacciones pueden interpretarse como un sistema de defensa del organismo que, a través de ellas, intenta reconstruir el equilibrio perdido.
La supercompensación es la respuesta fisiológica a la ruptura de la homeostasis por el estímulo de entrenamiento.
Para no sucumbir al retorno de una carga de la misma intensidad, el cuerpo desencadena un proceso de supercompensación, cuyo objetivo es mejorar el nivel original de rendimiento. Las reservas metabólicas, el metabolismo y las diversas estructuras anatómicas estresadas, por lo tanto, no vuelven a su estado inicial sino que, por un corto tiempo, lo superan, colocándose a un valor ligeramente superior.
Es precisamente sobre esta capacidad que se basa el concepto completo de supercompensación (proceso de adaptación del organismo al aumento progresivo de las cargas de trabajo).
Para que se produzca la supercompensación, es necesario que el estímulo de entrenamiento respete algunas características fundamentales. En primer lugar, el esfuerzo físico debe alcanzar o sobrepasar un umbral para inducir una tensión física importante. Si la carga aplicada era demasiado débil, el proceso de supercompensación no se llevaría a cabo.
Solo los estímulos de volumen, intensidad y frecuencia adecuados a las capacidades físicas del sujeto estimulan la supercompensación o adaptación.
Para explotar esta característica, el ejercicio físico debe tener en cuenta diversos parámetros, tales como: intensidad, duración, densidad, volumen y frecuencia del estímulo, objetivos, métodos, contenidos y medios de entrenamiento. Estos elementos caracterizan la carga EXTERNA (objetiva), pero también hay una carga INTERNA, variable de persona a persona, que representa el tipo de efectos que el ejercicio induce en un organismo determinado (importancia del monitoreo continuo a través del diario de entrenamiento).
Importancia de la recuperación
Si la carga de entrenamiento es excesiva y no es compensada por un período de recuperación adecuado, crea un estado peligroso de sobreentrenamiento, con disminución o rendimiento estancado.
Las constantes temporales para la recuperación de las funciones normales y gráficas de las fases de supercompensación (Findeisen et al., 1976).
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