Por el Dr. Gianfranco De Angelis
Hay muchos estudios científicos que muestran cómo la actividad física tiene un efecto antidepresivo muy efectivo, hasta el punto de que puede considerarse un fármaco antidepresivo real. Esta acción es muy evidente en las depresiones "neuróticas" de las cuales ninguno de nosotros es completamente libre. Para las depresiones psicóticas, las cosas cambian, ya que son enfermedades muy serias para las cuales se necesita el trabajo del especialista.
Regresemos a nuestro discurso: la actividad física actúa como un antidepresivo, fortalece la autoestima, relaja y cancela los efectos del estrés: es el mejor antídoto para las enfermedades psicosomáticas.