enfermedades cardiovasculares

Enfermedad cardiovascular: la "venganza" de las grasas saturadas.

En las últimas décadas, el consumo excesivo de colesterol e incluso más grasas saturadas se ha señalado como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, tanto que hoy existe un consenso generalizado en la comunidad científica sobre la necesidad de limitar su ingesta alimentaria, dentro de un máximo diariamente alrededor de 200 mg para el colesterol y el 10% del total de calorías para las grasas saturadas.

Sin embargo, en la literatura reciente no faltan estudios con resultados fuertemente contradictorios, tanto que algunos autores afirman que no hay pruebas significativas que sugieran una dieta baja en grasas saturadas (y / o alta en grasas poliinsaturadas).

En otras palabras, reducir las grasas saturadas en la dieta (y / o aumentar la ingesta de grasas poliinsaturadas) no ayudaría a reducir el riesgo de ataque cardíaco y otras enfermedades cardiovasculares.

Las referencias bibliográficas, de un lado y del otro, son muy numerosas y de fácil acceso para aquellos que desean profundizar. En primer lugar, sin embargo, es importante entender cómo la ingesta de grasas saturadas es solo uno de los elementos que contribuyen a definir el riesgo cardiovascular asociado con los hábitos alimenticios. A su vez, la dieta es solo uno de los muchos factores que afectan el riesgo cardiovascular en general. Por lo tanto, es evidente cómo esta combinación de varios factores de riesgo puede llevar a resultados contradictorios en los diversos estudios epidemiológicos.

Por lo tanto, aparte de las grasas saturadas y el colesterol, para prevenir enfermedades cardiovasculares es muy importante que la dieta sea:

  • bajo en azúcar (bajo índice glucémico), rico en fibra dietética soluble e insoluble, normocalórico o (mejor) moderadamente hipocalórico, libre de alimentos chatarra y grasas hidrogenadas;
  • insertado en un contexto de prevención general que incluye control de peso, un programa de actividad física regular, abstención de fumar, moderación del consumo de alcohol y manejo óptimo del estrés diario.