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Colitis ulcerativa: dieta y tratamiento

complicaciones

La complicación más grave de la colitis ulcerosa es el megacolon tóxico. Es una condición en la cual el colon está paralizado, impidiendo cualquier paso de gas o material; Los síntomas incluyen fiebre, sudor y debilidad. Si la condición no se trata, el colon puede relajarse hasta el punto de romperse, una eventualidad, algo bastante peligroso para la supervivencia del individuo.

Complicaciones adicionales de la colitis ulcerosa: como consecuencia del estado inflamatorio severo y la diarrea persistente, aumentos febriles, deshidratación, anemia por deficiencia de hierro, deficiencias de vitaminas y minerales, pérdida de fuerza y ​​apetito y retraso en el crecimiento. Posibles también trastornos extraintestinales como artritis, lesiones oculares y cutáneas, enfermedades del hígado y tracto biliar, espondiloartritis anquilosante. La terapia con medicamentos inmunosupresores también puede aumentar la susceptibilidad a enfermedades infecciosas.

Los pacientes con colitis ulcerosa tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon; sin embargo, más del 90% de ellos no irán contra la enfermedad durante su vida. El riesgo es mayor para aquellos pacientes cuya inflamación se extiende a todo el colon y dura por lo menos ocho a diez años; en condiciones similares, se recomienda realizar un examen de colonoscopia cada 12-24 meses.

tratamiento

Para más información: Medicamentos para el tratamiento de la colitis ulcerosa »

El tratamiento, inicialmente farmacológico, utiliza medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, que previenen complicaciones en la fase aguda y ayudan al paciente a controlar los síntomas en la fase crónica.

En los casos que no responden al tratamiento médico, o en presencia de neoplasias, se utiliza la resección quirúrgica parcial o total del colon.

Para más información: Resección del colon - Colectomía »

Dieta y colitis ulcerosa.

Para más información: Dieta y colitis ulcerosa »

En la actualidad, no hay evidencia definitiva sobre el vínculo entre el consumo de ciertos alimentos y el inicio de la colitis ulcerosa. En este sentido, se han propuesto numerosas teorías, pero ninguna ha sido confirmada y aceptada universalmente. Uno de los primeros, para citar algunos ejemplos, identificó en la leche el elemento desencadenante, especialmente para los alérgicos o intolerantes a la lactosa. Incluso los aditivos químicos para alimentos han sido investigados durante mucho tiempo, pero sin obtener confirmación de las sospechas iniciales.

Actualmente se cree que una dieta rica en calorías, grasa y azúcar, pero al mismo tiempo baja en fibra, aunque no representa un determinado agente etiológico, puede de alguna manera promover la aparición de la enfermedad. En confirmación de esto, la incidencia de colitis ulcerosa es mucho mayor en los Estados Unidos y en Inglaterra que en los países asiáticos y africanos, lo que se debe a la existencia de un vínculo entre el estilo de comida típicamente occidental y la enfermedad.

También hay ciertos alimentos que pueden exacerbar los síntomas, especialmente durante los episodios inflamatorios agudos. Los productos lácteos, por ejemplo, pueden amplificar los trastornos intestinales, especialmente si el paciente es intolerante a la lactosa. Del mismo modo, las comidas abundantes y el consumo excesivo de fibra podrían acentuar la inflamación abdominal y las dolencias. Finalmente, el estrés debe mantenerse bajo control, ya que la sucesión continua de estímulos estresantes aumenta la acidez gástrica, interfiere con el tránsito intestinal normal y facilita la recurrencia de la colitis ulcerosa.

Dieta y colitis ulcerosa, algunos consejos.

  • Abolir las especias, las comidas picantes (pimienta, chile, curry, nuez moscada), el alcohol, las bebidas gaseosas, el té (incluido el condenado), el café (es decir, descafeinado) y el chocolate.
  • Reducir o incluso eliminar el consumo de leche; por otro lado, se toleran cantidades moderadas de yogur y productos lácteos (con la excepción de los quesos picantes). El consumo de alimentos probióticos puede ser útil, que en todo caso debe ser evaluado por el médico.
  • Reduzca la presencia de alimentos meteorizantes, como las legumbres, en su dieta.
  • También moderado el consumo de fibra, prefiriendo los alimentos refinados a los integrales.
  • Evite los suplementos de fibra y no exagere con el consumo de frutas (que deben pelarse) y verduras (que se pueden centrifugar, pero no mezclar para mantener el meteorismo bajo control).
  • Aumente el consumo de pescado y semillas de lino, al tiempo que reduce el consumo de frutas secas y aceites de semillas. De esta manera, reequilibraremos la relación entre omega-seis y omega-tres en nuestra dieta, aprovechando al máximo la acción antiinflamatoria beneficiosa de esta última.
  • En presencia de esteatorrea (cantidad excesiva de grasas en las heces), es posible recurrir a los suplementos de ácidos grasos de cadena media y corta (por ejemplo, aceites MCT), que se absorben directamente de la mucosa intestinal sin sufrir ningún proceso digestivo.