La costura de la vulva es parte de la llamada infibulación, una deplorable mutilación genital comúnmente infligida en algunos países del África subsahariana, la península arábiga y el sudeste asiático.
Esta práctica se entiende como una especie de garantía de virginidad, un requisito muy importante en las sociedades africanas tradicionales.
La costura de la vulva se refiere a la apertura del canal vaginal, que solo deja un orificio abierto para permitir el flujo de sangre menstrual. Por lo tanto, se crea una especie de segundo himen, al menos desde el punto de vista funcional. A diferencia de la natural que se desgarra en general durante la primera relación sexual, a través de la práctica de la infibulación se evitan las relaciones sexuales hasta la desfibulación (es decir, la escucitura de la vulva).
Además de la costura de la vulva, para preservar la castidad de las mujeres jóvenes hasta el día del matrimonio, la infibulación proporciona la eliminación del clítoris, los labios menores y parte de los labios mayores. La intención de estas mutilaciones adicionales es inhibir primero las tentaciones del coito prematrimonial y luego las traiciones.
En la imagen de al lado puede ver los diversos tipos de infibulaciones parciales y completas.
