cosmetología

Detergente intimo

Los limpiadores íntimos deben ser formulaciones lo más delicadas posible, ya que entran en contacto directo con las membranas mucosas, caracterizadas por una capa celular muy delgada.

No deben alterar la flora microbiana natural incluso en caso de lavado frecuente y es preferible estar libres de alcohol y fragancias fuertes, para reducir la presencia de sustancias potencialmente alergénicas.

La limpieza debe realizarse a pH ácido, llevar a cabo una acción bacteriostática suave e inhibir la formación de olores. No se requiere abundante espuma, bastante fácil de enjuagar sin dejar residuos.

Los limpiadores íntimos no deben modificar la acidez natural de las membranas mucosas y deben formularse con surfactantes no agresivos e irritantes.

Para los alquilsulfatos y alquileterosulfatos, se prefieren otros aniónicos más delicados, como los sulfosuccinatos, acilglutamatos o codensados ​​de proteínas y ácidos grasos, derivados, por ejemplo, de la condensación de ácidos grasos de coco y aminoácidos de trigo o avena (Sodio, coco, trigo, sodio, sodio). Aminoácidos de avena Cocoyl), muy delicados y bien tolerados por la piel y las membranas mucosas.

En caso de uso de alquilsulfatos, son preferibles los menos irritantes como las sales de magnesio. Los aniónicos deben combinarse con surfactantes anfóteros, como la betaína, o surfactantes no iónicos.

Puede agregar sustancias opacificantes, como los alcoholes de cadena larga o el monoestearato de glicerilo, que aumentan la tolerancia de la piel, los aceites súper engordantes y las sustancias funcionales, como los extractos de plantas con una acción específica.

Entre ellos podemos mencionar el extracto de manzanilla, caléndula y tilo, con una actividad refrescante y calmante, extracto de tomillo y aceite de árbol de té, con acción antiséptica y de lavanda con propiedades desodorantes.