traumatología

Emoción cerebral

generalidad

La conmoción cerebral es una alteración del estado de conciencia debido a un trauma en la cabeza. Debido al temblor del cerebro, el sujeto afectado entra en un estado confuso circunscrito en el tiempo, generalmente limitado a unos pocos minutos.

La conmoción cerebral es el resultado de una alteración funcional de las estructuras nerviosas responsables del control del estado de conciencia del individuo (RAS). Los efectos son generalmente temporales y reversibles, pero pueden implicar una alteración significativa de las capacidades físicas, cognitivas y psicológicas. Una conmoción cerebral puede resultar de un accidente automovilístico, una lesión deportiva o una caída aparentemente inofensiva. El paciente puede recuperarse espontáneamente y rápidamente después de un período de confusión mental generalizada: el estado de inconsciencia puede tener una duración variable, pero nunca se extiende más allá de una hora. Por lo general, la cantidad real de daño cerebral es menor y los pacientes que sufren una conmoción cerebral no son potencialmente mortales. Sin embargo, algunos síntomas pueden durar días, semanas o más, y pueden ser difíciles de resolver. Por esta razón, cada caso de conmoción cerebral conocida o sospechada debe ser evaluado por un médico. El tratamiento consiste en un seguimiento cuidadoso y descanso físico y cognitivo. Las conmociones cerebrales repetidas o graves pueden causar problemas duraderos y pueden requerir cirugía.

causas

Las tres causas principales de la conmoción cerebral son:

  • Accidente de carretera
  • Caída accidental;
  • Lesiones deportivas u otras actividades recreativas.

Una conmoción cerebral también puede ocurrir cuando la cabeza y la parte superior del cuerpo se sacuden violentamente.

La condición subyacente es una interrupción funcional de una parte del cerebro, conocida como un sistema de activación reticular (RAS). RAS es un complejo de células cerebrales que pertenece al sistema nervioso central y contribuye a:

  • Regular el sentido de conciencia y conciencia;
  • Compruebe el estado de vigilia y el ritmo circadiano.

El sistema de activación reticular también actúa como un filtro: le permite ignorar información irrelevante, para enfocarse en los detalles necesarios.

Durante una lesión en la cabeza que es lo suficientemente grave como para causar una conmoción cerebral, el cerebro se mueve desde su posición normal durante un corto período de tiempo. Esta rotación interrumpe la actividad eléctrica de las neuronas que componen el SAR, que a su vez, desencadena los síntomas asociados con el trauma, como:

  • Pérdida de memoria;
  • Periodo corto de inconsciencia;
  • Confusión de la mente.

¿Quién está en riesgo?

Los estudios muestran que los niños y adolescentes son más vulnerables a las conmociones cerebrales, en comparación con otros grupos de edad, y necesitan más tiempo para recuperarse.

Si un niño vuelve a practicar un deporte antes de la recuperación completa, una segunda lesión en la cabeza podría tener consecuencias mucho más graves.

En pacientes ancianos, las caídas accidentales y los accidentes automovilísticos son las causas más comunes de conmoción cerebral.

Las actividades deportivas que exponen a las personas a un mayor riesgo de reportar una conmoción cerebral incluyen: fútbol, ​​rugby, ciclismo, boxeo y artes marciales, como el karate o el judo.

Varios factores hacen que algunas personas sean más vulnerables a los efectos de una lesión en la cabeza:

  • El paciente tiene 65 años o más;
  • Cirugía cerebral previa;
  • Condiciones que implican una anormalidad de la coagulación sanguínea, como hemofilia (sangrado más fácil) o trombofilia (que hace que la sangre sea más propensa a la coagulación)
  • Terapia con anticoagulantes, como warfarina o aspirina en dosis bajas.

Signos y sintomas

Después de sufrir una conmoción cerebral, el paciente puede experimentar uno o más de estos síntomas:

Síntomas cognitivos

  • Amnesia (pérdida de memoria), como no poder recordar los eventos que ocurrieron antes (amnesia retrógrada) o después de la conmoción cerebral (amnesia anterógrada);
  • Reflejos disminuidos;
  • Confusión y dificultad en la concentración.

Síntomas fisicos

  • Dolor de cabeza
  • Trastornos de la visión, visión borrosa o doble;
  • Percepción de un zumbido en los oídos (tinnitus);
  • Náuseas o vómitos;
  • mareos;
  • Sensibilidad al ruido o la luz;
  • Alteraciones del gusto o el olfato;
  • Pérdida de problemas de equilibrio y coordinación;
  • Cansancio y falta de energía;
  • Trastornos del sueño: insomnio o somnolencia excesiva.

Síntomas psicologicos

  • Cambios de personalidad o problemas de adaptación psicológica: irritabilidad, distracción, respuestas emocionales inapropiadas (ejemplo: estallar de repente riendo o llorando);
  • Trastornos del estado de ánimo: nerviosismo, ansiedad o depresión.

Los signos de una conmoción cerebral pueden ser leves y no evidentes de inmediato. Algunas personas pueden advertirles después de días o meses de lesiones.

La conmoción cerebral puede ocurrir con o sin pérdida de conciencia.

Señales de alarma. Cuando se produce cualquiera de los siguientes signos de advertencia, es especialmente importante buscar una intervención médica inmediata:

  • El paciente permanece inconsciente después de la lesión inicial;
  • El paciente manifiesta problemas de comprensión y dificultad para mantenerse despierto;
  • El paciente está confundido, agitado y muestra un comportamiento inusual.

Otras señales de emergencia incluyen:

  • Sueño extremo, que ha persistido durante más de una hora desde la lesión;
  • Debilidad muscular en uno o ambos lados del cuerpo;
  • Problemas de visión persistentes, movimientos oculares inusuales y pupilas oculares de diferentes tamaños;
  • Pérdida de conciencia;
  • Dificultad para hablar;
  • Vómitos o náuseas persistentes;
  • Convulsiones o crisis epilépticas;
  • Sangrado de una o ambas orejas;
  • Sordera repentina en uno o ambos oídos;
  • Líquido que sale de la nariz o las orejas (podría ser el líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro);
  • Dolor de cabeza persistente e intenso;
  • Debilidad, entumecimiento, pérdida de equilibrio, dificultad en la coordinación o problemas para caminar;
  • Inconsciencia persistente (coma).

Diagnóstico y manejo clínico.

Los médicos desempeñan un papel clave en la identificación y el manejo de lesiones cerebrales traumáticas. La persona que realiza el diagnóstico somete al paciente a un examen físico cuidadoso para evaluar cualquier signo de daño más grave, como sangrado del oído o disnea. Si el sujeto está consciente, el médico puede hacer preguntas para medir la capacidad de prestar atención, el aprendizaje y la memoria. Algunas pruebas neuropsicológicas pueden evaluar la fuerza, el equilibrio, la coordinación, los reflejos y la percepción sensorial.

La investigación diagnóstica más utilizada para confirmar una sospecha de lesión cerebral es la tomografía computarizada (TC). Esto permite evaluar el alcance de la lesión en la cabeza y garantiza que no haya hematomas ni hemorragias cerebrales. Las imágenes cerebrales no siempre son necesarias después de una lesión cerebral traumática, pero generalmente se recomiendan en adultos que:

  • Han perdido la conciencia;
  • Experimentan problemas persistentes con la memoria a corto plazo y tienen dificultades para hablar o abrir los ojos;
  • Muestran signos y síntomas que sugieren una fractura en la base del cráneo, como la fuga de líquido claro por la nariz o las orejas o la aparición de manchas oscuras por encima y por debajo de los ojos ("ojo negro");
  • Se confunden o manifiestan otros síntomas neurológicos, como pérdida de sensibilidad en algunas partes del cuerpo, problemas con el equilibrio y la marcha y cambios persistentes en la visión (ejemplo: visión borrosa o doble).

Alternativamente, el daño puede evaluarse con una resonancia magnética o una radiografía, especialmente si se cree que el paciente puede haber sufrido lesiones en los huesos del cuello.

tratamiento

Después de una conmoción cerebral, es necesario someter al paciente a un control cuidadoso que, dependiendo de la gravedad de la lesión en la cabeza, puede durar varios días o semanas. De hecho, los síntomas podrían ser la base de una afección más grave, como en el caso de un hematoma subdural o una hemorragia subaracnoidea.

El descanso es la mejor manera de recuperarse de una ligera conmoción cerebral. Además, es posible utilizar una serie de medidas para aliviar los síntomas:

  • Evite las situaciones estresantes y las actividades físicas o mentales exigentes (incluido el trabajo doméstico, el ejercicio, la escuela o el uso de la computadora).
  • No practique actividades que puedan causar más lesiones en la cabeza;
  • Aplique una bolsa de hielo en la parte afectada, para reducir la hinchazón;
  • Evite beber alcohol o drogas;
  • Evite la exposición a luces brillantes y sonidos;
  • Tome los medicamentos recetados por su médico para controlar el dolor (ejemplo: paracetamol);
  • No conduzca ni juegue deportes de contacto sin consultar primero a su médico;
  • Abróchese el cinturón de seguridad cuando conduzca el automóvil y use casco durante el ciclismo, el esquí, el snowboard, el monopatín, el motociclismo o cualquier otra actividad similar.

recuperación

La conmoción cerebral puede causar una amplia gama de complicaciones a corto o largo plazo, que afectan el pensamiento, las sensaciones, el lenguaje o las emociones. Estos cambios pueden llevar a problemas con la memoria, la comunicación y la personalidad, así como a la depresión, al deterioro cognitivo leve (MCI) y al inicio temprano de la demencia.

Las siguientes son otras complicaciones potenciales de una conmoción cerebral:

  • Síndrome post-conmoción cerebral : es una condición poco conocida, en la cual los síntomas de la conmoción cerebral son persistentes y pueden durar semanas o meses después de la lesión.
  • Convulsiones postraumáticas : ocurren días o meses después de una conmoción cerebral y pueden requerir el manejo de las convulsiones con terapia anticonvulsiva.
  • Epilepsia: el riesgo de desarrollar epilepsia se duplica en los primeros cinco años después de una conmoción cerebral.
  • Síndrome de segundo impacto : puede ocurrir cuando un sujeto sigue sintomático y, antes de la recuperación completa de la conmoción cerebral, sufre otra lesión en la cabeza. Una segunda lesión cerebral (o trauma acumulativo) puede ser más peligrosa que la anterior. De hecho, la congestión vascular conduce a un aumento repentino y masivo de la presión intracraneal, que puede ser difícil de controlar y puede causar daño cerebral grave o la muerte.
  • Encefalopatía traumática crónica (CTE) : es un ejemplo del daño acumulativo. La encefalopatía traumática crónica, también llamada encefalopatía del boxeador, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, causada por episodios repetidos de conmoción cerebral. Los signos y síntomas típicos incluyen una pérdida de memoria, trastornos cognitivos y físicos y trastornos del comportamiento (especialmente depresión, impulsividad, agresión, enojo, irritabilidad y comportamiento suicida).
  • Encefalomiopatía traumática crónica (CTEM) : un pequeño subgrupo de individuos con CTE desarrolla una enfermedad progresiva caracterizada por debilidad profunda, atrofia y espasticidad, similar a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Síndrome post-conmoción cerebral

El síndrome de post-conmoción cerebral (PCS) es el término usado para describir un conjunto de síntomas que pueden persistir durante semanas o meses después de la conmoción cerebral. Estos incluyen:

  • Cambios en la capacidad de pensar, concentrarse o recordar;
  • Cambios de humor y cambios de personalidad;
  • Dolores de cabeza y migrañas (dolor insoportable en un lado o en la parte frontal de la cabeza);
  • fatiga;
  • mareos;
  • Sensibilidad a las luces y ruidos fuertes;
  • Trastornos del sueño

La causa exacta de PCS aún no está clara. Una teoría plantea la hipótesis de que el síndrome posterior a la conmoción cerebral representa el resultado de un desequilibrio químico en el cerebro, provocado por el daño inicial. Otra teoría sugiere que puede ser una respuesta emocional y psicológica a la conmoción cerebral, quizás una forma más leve de trastorno de estrés postraumático (TEPT).

No existe un tratamiento específico para los síntomas del síndrome post-conmoción cerebral, aunque muchos medicamentos utilizados para tratar las migrañas también han demostrado ser efectivos en el tratamiento del dolor de cabeza. Los antidepresivos y la psicoterapia pueden ayudar a controlar los síntomas psicológicos, como la depresión y la ansiedad. La mayoría de los casos de síndrome post-conmoción cerebral se resuelven dentro de los 3 a 6 meses y solo una de cada 10 personas tendrá síntomas después de un año.