Los brotes de ébola se pueden controlar mediante la adopción de medidas de protección recomendadas por profesionales de la salud y la aplicación de varias intervenciones comunitarias .
Los procedimientos de control de infecciones contemplan la gestión adecuada de casos, la vigilancia de personas enfermas, la identificación de laboratorios para el diagnóstico y las prácticas seguras de enterramiento .
Para evitar infectar a cualquier otra persona en la comunidad, los casos sospechosos o confirmados deben aislarse de otros pacientes. Además, los médicos deben controlar cuidadosamente a los sujetos enfermos y someterlos a investigaciones para asegurarse de que el virus ya no circula, antes de regresar a casa.
