Ver también tomillo planta.

El timo es una glándula que pertenece al sistema linfático y, más generalmente, al sistema inmunológico. Es un órgano desigual, ubicado en la parte superior del mediastino anterior, entre el esternón y los grandes vasos que salen del corazón.

La función del timo es llevar a la maduración varios tipos de linfocitos, finalizándolos para destruir los patógenos intracelulares. Estas células, producidas por la médula ósea en forma de precursores inmaduros, se someten a una serie de transformaciones, convirtiéndose primero en timocitos y luego en linfocitos T (de Timo). Su actividad subyace a la inmunidad mediada por células, es decir, el proceso por el cual el organismo reconoce y destruye las células infectadas y salva a las sanas. Cuando un linfocito escapa a este control, adquiriendo la capacidad de atacar los propios antígenos del cuerpo humano, se elimina por apoptosis; una alteración de este mecanismo regulador explica la participación del timo en la patogénesis de algunas enfermedades autoinmunes, como la miastenia gravis.

Una vez "entrenados", los linfocitos T no permanecen en el timo, sino que migran a otros órganos linfáticos periféricos (ganglios linfáticos, bazo, amígdalas, etc.) donde se multiplican para llevar a cabo completamente su tarea defensiva.

El timo es un órgano altamente vascularizado que consta de dos lóbulos. Cada lóbulo está envuelto en una cápsula fibrosa que se divide en varios lóbulos. Dentro de ellos se reconoce una parte periférica oscura, llamada corteza, y una parte interior más ligera, llamada medular. La porción cortical está poblada densamente por linfocitos inmaduros, mientras que los desarrollados se agrupan en la parte interna, donde la población celular es mucho menor.

La actividad y el tamaño del timo alcanzan su máxima expresión al comienzo del período adolescente, cuando la glándula pesa alrededor de 30-40 gramos. Después de este período, el timo retrocede lentamente debido a la acción de las hormonas sexuales y, como sucede con la médula ósea presente en el canal diafisario, se reemplaza progresivamente por tejido adiposo (atrofia fisiológica). Una vez que el desarrollo ha terminado, el cuerpo tiene suficientes defensas inmunitarias para compensar la involución progresiva del timo; Por otro lado, si la atrofia la afecta prematuramente, la sensibilidad a las infecciones aumenta considerablemente.

La involución del timo se ve favorecida por el estrés excesivo, mientras que su función inmune se apoya en una ingesta adecuada de vitamina A.

La glándula del timo también produce factores peptídicos, a veces clasificados como hormonas, que influyen en la maduración de los linfocitos (timosina, timopoietina, timulina, interleucinas). Gracias a estas sustancias, el timo realizaría una acción endocrina, dirigida al desarrollo de linfocitos en sitios intra y extraquímicos.