Según algunas estadísticas, las mujeres son 5 veces más propensas a llorar que los hombres. Esta diferencia entre los sexos, sin embargo, comienza a aparecer sólo a partir de la pubertad.
De hecho, el sexo femenino se emociona más porque está influenciado por cambios de humor que ocurren antes y después del ciclo menstrual. Incluso la intensidad, la duración y el ruido del llanto son más altos entre las mujeres.