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Los síntomas del osteosarcoma

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definición

El osteosarcoma es un tumor maligno del sistema esquelético. Este proceso neoplásico se caracteriza por la síntesis de un tejido óseo inmaduro y gravemente alterado por células malignas. Las causas exactas que causan el inicio, sin embargo, son desconocidas.

Ciertos factores de riesgo para el osteosarcoma incluyen la exposición a la radiación y las anomalías de genes supresores de tumores particulares, implicados en la aparición de otros tipos de cáncer (por ejemplo, mutaciones de p53 y RB1). El osteosarcoma es más común en niños y en adultos jóvenes de entre 10 y 20 años, especialmente en hombres.

En algunos casos, el osteosarcoma puede originarse a partir de lesiones óseas anteriores, debido, por ejemplo, a la enfermedad de Paget y la displasia fibrosa. El tumor puede comenzar en cualquier segmento óseo; Los huesos largos, especialmente alrededor de la rodilla, son los más afectados.

El osteosarcoma tiene una alta malignidad, crece rápidamente, tiende a infiltrarse en los tejidos y puede hacer metástasis a distancia a través de la sangre, incluso en las etapas iniciales, especialmente en los pulmones u otros huesos.

Síntomas y signos más comunes *

  • anemia
  • astenia
  • caquexia
  • Claudicación intermitente
  • Dolor de coxis
  • Dolor de rodilla
  • Dolor de hueso
  • Fracturas de hueso
  • Perdida de peso
  • Esclerosis ósea
  • Sensación de frio
  • Hinchazón de los huesos

Direcciones adicionales

El síntoma más común del osteosarcoma es el dolor continuo y agravante en el hueso afectado por el tumor. Con el tiempo, la hinchazón localizada puede desarrollarse debido a la infiltración de los tejidos cercanos por el rápido crecimiento del tumor. La piel suprayacente puede aparecer enrojecida, cálida y con una red evidente de venas dilatadas.

En estadios avanzados, el osteosarcoma puede debilitar la estructura del hueso afectado, haciéndolo susceptible a fracturas patológicas. La diseminación del cáncer de sangre puede provocar la aparición de síntomas sistémicos: anemia, pérdida de peso, fatiga y deterioro de las condiciones generales.

El diagnóstico se basa en la evaluación clínica del paciente y en las pruebas de diagnóstico por imagen (radiología, tomografía computarizada, resonancia magnética y escintigrafía ósea). Siempre se debe realizar una biopsia ósea para confirmar la presencia de un tumor óseo. Las pruebas de laboratorio siempre muestran altos niveles de fosfatasa alcalina.

Actualmente, el enfoque terapéutico implica la combinación de escisión quirúrgica y quimioterapia (antes y después de la cirugía). El tratamiento puede eventualmente estar asociado con la radioterapia.