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Medicamentos para el cuidado del codo de tenista

definición

La epicondilitis es una enfermedad inflamatoria que afecta los tendones que conectan el codo con los músculos del antebrazo. Esta enfermedad también se conoce como el "codo de tenista", ya que a menudo afecta a las personas que practican este deporte, pero no solo.

causas

La epicondilitis, generalmente, es causada por un esfuerzo excesivo y repetido del codo, por esta razón es particularmente común en personas que realizan movimientos repetitivos por cualquier motivo (de trabajo o deportivo), sometiendo el codo a un uso continuo y excesivo. .

La epicondilitis también puede ser causada por un trauma.

Los síntomas

Los síntomas típicos que pueden ocurrir en pacientes con epicondilitis son dolor en el codo que puede extenderse hasta el antebrazo, la mano y la muñeca y dolor, hinchazón y rigidez articular. Además, la epicondilitis puede favorecer la aparición de osteofitos.

Si la epicondilitis no se trata adecuadamente, el dolor puede empeorar y volverse crónico, lo que afecta en gran medida la calidad de vida de los pacientes.

Información sobre el codo de tenista: las drogas y el cuidado de la epicondilitis no pretenden reemplazar la relación directa entre el profesional de la salud y el paciente. Siempre consulte a su médico y / o especialista antes de tomar Elbow of Tennis - Drogas y tratamiento de la epicondilitis.

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La epicondilitis suele ser una patología que tiende a autolimitarse y curarse espontáneamente, pero esto no siempre sucede.

En primer lugar, los pacientes con epicondilitis deben permanecer en reposo, evitando la actividad que causó la inflamación. El uso de compresas de hielo para aplicar en el codo varias veces al día puede ser útil para disminuir la hinchazón y el dolor causados ​​por la inflamación.

Si esto no es suficiente para controlar la enfermedad, entonces su médico puede decidir recetarle analgésicos no esteroideos o medicamentos antiinflamatorios (AINE).

En casos de epicondilitis más graves y persistentes, puede ser necesario recurrir a la fisioterapia para aliviar el dolor y la rigidez muscular causada por la enfermedad.

En algunos casos, además, el médico puede decidir emprender una terapia basada en la infiltración de corticosteroides. Sin embargo, esta práctica, además de ser muy delicada, parece ser efectiva solo a corto plazo y no a largo plazo. Por el contrario, las inyecciones repetidas de corticosteroides aumentan el riesgo de rotura del tendón.

Finalmente, en casos muy graves, puede ser necesario recurrir a la cirugía.

Los AINE

Cuando es necesario usar medicamentos para tratar la epicondilitis, los AINE representan el tratamiento de primera elección, gracias a las propiedades antiinflamatorias y analgésicas que tienen.

Para el tratamiento de esta enfermedad, los AINE se administran principalmente por vía oral (en forma de tabletas, cápsulas, solución oral, etc.) o tópicamente (en forma de gel, crema o parches medicinales).

Entre los antiinflamatorios no esteroideos más utilizados en el tratamiento de la epicondilitis, recordamos:

  • Ketoprofeno (Arthrosylene®, Orudis®, Oki®, Fastum gel®, Flexen® Retard®®, Ketodol®): por lo general, cuando el ketoprofeno se administra por vía oral, la dosis recomendada es de 150-200 mg de medicamento por día., tomarse en dos o tres dosis divididas. Nunca se debe sobrepasar la dosis máxima diaria de 200 mg de sustancia activa.

    Sin embargo, cuando se utilizan formulaciones farmacéuticas para uso cutáneo basadas en ketoprofeno, se recomienda aplicar el producto en el área afectada de 1 a 3 veces al día, o según las indicaciones del médico. Para evitar la aparición de reacciones de fotosensibilidad, el área tratada con ketoprofeno no debe exponerse a la luz solar ni a la luz ultravioleta, ya sea durante la terapia o por un período de dos semanas después del final del tratamiento.

  • Ibuprofeno (Brufen®, Moment®, Nurofen®, Arfen®, Actigrip fever and pain®, Vicks fever and pain®): cuando se administra por vía oral, es importante no exceder la dosis máxima de 1, 200-1, 800 mg de ibuprofeno por día . El médico debe establecer la cantidad exacta de sustancia activa que se debe tomar, dependiendo de la gravedad del dolor y la inflamación.
  • Diclofenaco (Dicloreum®, Deflamat®, Voltaren Emulgel®, Flector®): si el diclofenaco se administra por vía oral, la dosis habitual es de 75 a 150 mg al día, en dosis divididas.

    Cuando use el gel basado en diclofenaco, se recomienda aplicar el producto 3-4 veces al día directamente sobre el área afectada.

    Sin embargo, si usa el yeso medicado a base de diclofenaco, se recomienda aplicar dos parches al día (uno por la mañana y otro por la noche) en el área inflamada. La duración del tratamiento no debe exceder de 7-10 días.

  • Naproxeno (Momendol®, Synflex®, Xenar®): si el naproxeno se administra por vía oral, la dosis habitual es de 500-1, 000 mg de medicamento al día, que se tomará en dosis divididas a una distancia de 12 horas cada una. 'cosa. Cuando el naproxeno se usa en forma de gel o crema, se recomienda realizar dos aplicaciones por día directamente en el área afectada por la inflamación.

analgésicos

Los fármacos analgésicos no se usan para tratar la epicondilitis en sí, sino para reducir el dolor asociado con ella.

El analgésico más utilizado es el paracetamol (Tachipirina®, Efferalgan®, Panadol®). La dosis de fármaco generalmente administrada por vía oral es de 500-1000 mg, que debe tomarse según sea necesario por un máximo de 3-4 veces al día. Debe transcurrir un intervalo de tiempo de al menos 4-6 horas entre una administración y la siguiente.

Los corticosteroides

Si la epicondilitis es particularmente grave y dolorosa, el médico puede encontrar que es necesario recurrir a la infiltración de corticosteroides. Como se mencionó, es una práctica muy delicada que debe ser realizada solo por personal especializado.

Entre los corticosteroides que se pueden usar en el tratamiento de la epicondilitis, recordamos la metilprednisolona (Depo-Medrol®). Para el tratamiento de esta enfermedad, la metilprednisolona se usa en asociación con lidocaína (un anestésico local). La dosis habitual de fármaco es de 4-80 mg, dependiendo de la gravedad de la inflamación.