traumatología

Prótesis de rodilla: ¿qué es la cirugía de revisión?

Ubicada entre la porción distal del fémur (superior) y la porción proximal de la tibia (inferior), la rodilla es una de las articulaciones principales del cuerpo humano .

Permite el movimiento de las piernas junto con la cadera y absorbe una gran parte del peso ejercido por el tronco.

Cuando la salud de una o ambas rodillas se ve gravemente afectada (debido, por ejemplo, a la osteoartritis o la artritis reumatoide ), existen condiciones para implantar una prótesis .

Las prótesis de rodilla modernas son para todos los efectos de las réplicas, en metal (aleaciones de cromo-cobalto, etc.) y polietileno (un tipo de plástico), de las juntas originales.

Con todo el cuidado y la preocupación del caso (por ejemplo, mantener el peso corporal adecuado o no practicar deportes peligrosos para las rodillas), una prótesis de rodilla puede durar de 10 a incluso 20 años .

Cuando ya no garantiza el soporte deseado, tanto porque el implante es viejo como porque ha habido una complicación grave, es necesario recurrir a la llamada intervención de revisión .

Durante la revisión, el cirujano quirúrgico retira la prótesis anterior, limpia la rodilla (que puede haber cambiado desde antes), realiza trasplantes de hueso (si es necesario) y aplica la segunda prótesis .

En general, la extracción y la limpieza se realizan en una ocasión diferente del trasplante de hueso y la aplicación de la segunda prótesis. La separación de la operación en dos sirve para garantizar mejores resultados.

DIFERENCIAS EN LA PRÓTESIS

Las prótesis de rodilla destinadas a la revisión suelen ser ligeramente diferentes de las utilizadas en las primeras operaciones. De hecho, muy a menudo las placas para el fémur y para la tibia tienen inserciones más largas, que sirven para fijarlas mejor a las porciones óseas que ya no están dispuestas morfológicamente como antes.

A veces, también se utilizan alambres de metal, tornillos, etc.

COMPLICACIONES

Las complicaciones de la cirugía de revisión son las mismas que pueden ocurrir durante y después de la implantación de la primera prótesis, con la única diferencia de que son mucho más frecuentes.

Los posibles riesgos incluyen:

  • Trombosis venosa profunda
  • infecciones
  • Deterioro o dislocación precoz de la prótesis.
  • Daño a ligamentos, tendones y vasos sanguíneos articulares.
  • Diferencias en longitud entre la pierna operada y la no operada
  • Fracturas de hueso
  • Rigidez articular