salud

Tiroides agrandada

generalidad

Ubicada en la base del cuello, justo debajo de la manzana de Adán, la tiroides consiste en dos lóbulos glandulares izquierdo y derecho, conectados entre sí por un istmo delgado colocado entre el segundo y el cuarto anillo traqueal. En el adulto, los lóbulos de la tiroides miden aproximadamente 4 cm de largo, con un grosor y un ancho que normalmente oscilan entre 1, 5 y 2 cm. El peso total de la glándula es de unos 20 gramos.

La morfología de la tiroides se estudia fácilmente a través de la ecografía de la tiroides, que puede resaltar cualquier alteración volumétrica, incluida la tiroides agrandada, más conocida como bocio.

causas

Cualquier aumento en el volumen de la tiroides, independientemente de su naturaleza, se denomina "bocio de la tiroides". Varias y numerosas causas son responsables del aumento volumétrico de la tiroides. La glándula puede crecer ligeramente incluso en condiciones fisiológicas; La hipertrofia de la tiroides es común durante el embarazo (+ 13%), mientras que aumenta ligeramente en la primera mitad del ciclo menstrual. En otras ocasiones, la tiroides agrandada es un signo característico de enfermedades particulares:

  1. Deficiencia de yodo: este mineral es esencial para la correcta síntesis de las hormonas tiroideas; Abundante en peces marinos y algas, también está presente en trazas en vegetales y carne en proporción al contenido de yodo del suelo. Hay áreas subdesarrolladas del planeta, ubicadas en el interior o en las tierras altas, donde la deficiencia de yodo sigue siendo un problema grave y generalizado, que también puede verse exacerbado por el consumo de gozzygens, como el brócoli y la coliflor. El agrandamiento de la tiroides se debe al efecto estimulante de la TSH secretada por la hipófisis, que, al detectar la falta de hormonas tiroideas, libera esta hormona en un intento por aumentar la actividad endocrina de la glándula. La ampliación de la tiroides por deficiencia de yodo a menudo se denomina "bocio endémico" o "bocio simple".
  2. Enfermedad de Graves: es una causa común de hipertiroidismo, una afección causada por la síntesis excesiva de hormonas tiroideas. En las personas con enfermedad de Graves, es posible aislar anticuerpos anómalos que, al unirse a los receptores de la TSH, imitan su acción al aumentar la actividad endocrina de la glándula y su volumen. El agrandamiento de la tiroides depende precisamente de este efecto estimulante ejercido por los anticuerpos anormales.
  3. Enfermedad de Hashimoto: enfermedad autoinmune asociada con hipotiroidismo, una afección causada por la síntesis insuficiente de hormonas tiroideas. En este caso, los anticuerpos anormales reducen la capacidad endocrina de la glándula; De manera similar a la deficiencia de yodo, el agrandamiento de la tiroiditis relacionada con la tiroiditis de Hashimoto se debe al efecto compensatorio de la TSH.
  4. Bocio multinodular: los nódulos de la tiroides son pequeños grupos de células redondeadas, a veces muy evidentes en la palpación, que se forman en la base del cuello. La mayoría de las veces, son tumores benignos (adenomas o quistes) que son completamente asintomáticos, pero en algunas circunstancias pueden ser responsables de hipertiroidismo, o incluso más raramente, de convertirse en tumores malignos.
  5. Nódulo solitario: en comparación con el caso anterior, la tiroides aparece agrandada debido a la presencia de un solo nódulo grande. En general, cuanto mayor sea el nódulo y su rápido crecimiento, mayor será el riesgo de una evolución maligna.
  6. Tiroiditis: son procesos inflamatorios de la tiroides, que aumentan de volumen debido a la acumulación local de líquidos.
  7. Cáncer de tiroides: mucho más raro que los nódulos tiroideos, generalmente se presenta como un agrandamiento anormal de un lado de la tiroides. En este caso, la masa nodular es particularmente dura e incluso los nódulos linfáticos del satélite aumentan en volumen y consistencia.

Síntomas y consecuencias

Además de la ecografía tiroidea, que estudia la glándula desde un punto de vista morfológico, evaluando el volumen y la presencia de nódulos, los análisis de sangre son muy útiles para investigar la salud de la glándula, gracias a la posibilidad de medir las concentraciones plasmáticas de TSH, hormonas tiroideas y anticuerpos anormales que caracterizan ciertas enfermedades de la tiroides. Las investigaciones más laboriosas incluyen la gammagrafía tiroidea con yodo radioactivo y la biopsia de la glándula (aspiración con aguja).

Las primeras indicaciones útiles para investigar la naturaleza del agrandamiento anormal de la tiroides se derivan de la simple observación de los síntomas de los que se queja el paciente. No siempre, sin embargo, estos son obvios: en algunos casos, de hecho, el agrandamiento de la tiroides es absolutamente benigno porque no implica cambios significativos en su metabolismo; como consecuencia, los niveles plasmáticos de hormonas tiroideas parecen normales y el paciente no se queja de ninguna alteración; en este caso se habla de bocio eutiroideo o euometabólico, diferenciado del tóxico o hipertiroidismo (vinculado al hipertiroidismo) e hipotiroideo (vinculado al hipotiroidismo).

tratamiento

El tratamiento del bocio tiroideo depende del origen y la extensión del trastorno y de los síntomas relacionados con él. Cuando el aumento volumétrico en la tiroides está contenido, el médico puede decidir monitorear periódicamente la situación sin prescribir ningún medicamento o tratamiento específico. Para el tratamiento de la tiroides agrandada asociada con el hipotiroidismo, se prescriben los análogos sintéticos de las hormonas tiroideas, como la levotiroxina (consulte el artículo dedicado a los medicamentos para el tratamiento del hipotiroidismo). En la situación opuesta, se prescriben los llamados medicamentos tiratáticos metimazol o tiamazol (por ejemplo, tapazol), asociados con otros ingredientes activos útiles para mantener bajo control los síntomas de la enfermedad (por ejemplo, los bloqueadores beta para contrarrestar las arritmias y palpitaciones: vea el artículo: medicamentos) para el tratamiento del hipertiroidismo). En caso de hipertiroidismo, también es posible realizar una terapia ablativa con yodo 131, que destruye las células tiroideas al reducir el volumen del bocio. En caso de que el agrandamiento de la tiroides cause trastornos como dificultad para respirar y tragar, o si el médico lo considera necesario debido a la presencia de nódulos sospechosos o una neoplasia tiroidea, se puede realizar la extirpación quirúrgica de la glándula.