¿Qué son los polifosfatos y para qué se usan los alimentos?

En la industria alimentaria, los polifosfatos se utilizan como agentes espesantes, capaces de mejorar el aspecto y la consistencia de muchos productos, como los quesos procesados ​​y las carnes en conserva. En el jamón cocido y el hombro cocido, en particular, aumenta la suavidad de la carne al aumentar el porcentaje de agua retenida. Por la misma razón, los polifosfatos se utilizan en la preparación de varios tipos de carnes cocidas, carnes enlatadas, salsas y budines, mientras que en los quesos ayudan a mejorar su capacidad de propagación. Además de mejorar todas estas características particularmente apreciadas por el consumidor, el uso de polifosfatos también permite monetizar el agua extra retenida en los alimentos.

Mayonesa, filetes de pescado sin procesar, congelados o congelados, moluscos y crustáceos congelados o congelados, y algunos productos vegetales enlatados, representan otros productos alimenticios posibles que se agregan con estas sustancias.

La categoría de polifosfato es bastante extensa y los diversos aditivos que la componen están comúnmente indicados por las abreviaturas E450, E451 y E452.

¿Dolen los polifosfatos?

Las preocupaciones sobre el uso de polifosfatos se refieren a su interferencia en la absorción de algunos minerales, especialmente el calcio de los alimentos. El consumo constante y alto de estos aditivos puede, por lo tanto, interferir con el proceso normal de calcificación ósea, un aspecto particularmente grave si se considera que los principales consumidores de quesos procesados ​​(la fuente más rica de polifosfatos) son a menudo niños y ancianos. Conscientes de este riesgo, muchos industriales han optado por evitar la adición de polifosfatos a sus productos, subrayando claramente su ausencia en la etiqueta.