salud ocular

Glaucoma: ¿qué señales no deben subestimarse?

El glaucoma a menudo se denomina "ladrón silencioso de la vista", ya que en la mayoría de los casos la enfermedad progresa sin ser observada, sin causar síntomas evidentes.

El paciente solo se da cuenta de la enfermedad en una etapa avanzada, cuando el nervio óptico ya se ha dañado irreversiblemente y la función visual perdida no se puede recuperar.

La forma más común de glaucoma, llamada crónica simple ( ángulo abierto ), es en su mayoría asintomática. Sin embargo, algunos signos que pueden conducir a la sospecha de un aumento en el tono ocular son dolor de cabeza, alteraciones y cambios en el campo visual (visión de halos alrededor de las fuentes de luz, pupila fija y no reactiva, rápida caída de la agudeza visual).

En el glaucoma agudo ( ángulo cerrado ), por otra parte, el dolor espontáneo puede desarrollarse repentinamente alrededor y dentro del globo ocular tan intenso que provoca náuseas y vómitos.

La progresión "asintomática" de la enfermedad se puede evitar con visitas periódicas por parte del oftalmólogo, lo que permite establecer una estrategia terapéutica eficaz y personalizada de manera temprana.