premisa
Después de la extracción de un diente, la velocidad de recuperación del paciente está fuertemente condicionada por la complejidad de la intervención y por el respeto de algunas reglas de precaución, muy importantes para reducir el riesgo de complicaciones.
Riesgos tras la extracción de un diente.
Si se trata de una muela del juicio o un canino no cuenta: los riesgos que ocurren después de la extracción de un diente son casi los mismos.
En primer lugar, es bueno recordar que un diente sano que requiere extracción debido a una desalineación o maloclusión dental, una condición típica de las muelas del juicio, enfrenta menos peligro o complicaciones post-intervención que un diente muy dañado por caries profundas, púlpitos, granulomas., abscesos dentales o cualquier otra cosa. También las posibles enfermedades mórbidas pueden tener un gran impacto en el curso posterior a la extracción: pacientes afectados por enfermedades sistémicas (p. Ej., Diabetes, enfermedades autoinmunes, insuficiencia renal crónica, etc.), así como sujetos sometidos a quimioterapia / radioterapia o que tienen que tomar medicamentos corticosteroides, pueden presentar dificultades de recuperación significativas después de la extracción dental.
Inevitablemente, después de la avulsión de un diente, el paciente acusa de una sensación desagradable de hinchazón y dolor gingival, a menudo acompañado de un ligero sangrado que debe resolverse dentro de las 24 horas posteriores a la operación. Dentro de ciertos límites, estos efectos secundarios pueden denominarse "normales". Recuerde que, aunque es relativamente simple, la avulsión dental es siempre una operación quirúrgica en todos los aspectos, por lo que es comprensible cómo el cuerpo puede reaccionar después de la "retirada" forzada de una parte integral del cuerpo.
Si no se respetan las reglas generales de profilaxis post-extracción, el perfil clínico del paciente puede degenerar peligrosamente. En este sentido, las complicaciones postoperatorias más preocupantes son las infecciones dentales, tales como:
- Alveolitis: infección alveolo (la cavidad ósea donde se encuentran las raíces de los dientes)
- Absceso dental: acumulación de bacterias, glóbulos blancos, plasma y desechos celulares (pus) confinados en los tejidos que rodean un diente.
- Granuloma dental: inflamación crónica del ápice de la raíz y tejidos circundantes
- Quiste dental: cavidades redondeadas que se expanden progresivamente en el hueso, destruyéndolo. Esta es una complicación típica después de la extracción de una muela del juicio incluida.
Entre las posibles complicaciones resultantes de la extracción dental no debemos olvidar la pérdida temporal de sensibilidad del labio y la lengua hacia el lado donde se realizó la operación.
Prevenir infecciones dentales
Antes de la extracción de un diente, el médico o cirujano debe informar al paciente de todos los riesgos y complicaciones que podrían causar dicha operación. Como se mencionó repetidamente, el cumplimiento de los consejos sugeridos por el médico y el cumplimiento de ciertas normas de higiene de la cavidad bucal pueden contribuir sin duda a minimizar el riesgo de dolor agudo, infecciones u otras complicaciones posteriores a la extracción. En la tabla, se resumen algunas sugerencias generales.
¿Qué hacer después de la extracción de un diente ... | consejos |
... para prevenir el dolor después de las primeras 24 horas de cirugía de extracción dental |
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... para prevenir o limitar el sangrado inmediatamente después de la extracción de un diente |
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... para prevenir el dolor en los días posteriores a la extracción. |
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... prevenir infecciones |
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... promover la recuperación y acelerar la curación |
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... si el dolor persiste |
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... si el sangrado no se detiene |
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... en presencia de fiebre |
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Dieta: qué comer y qué evitar.
También la alimentación influye en la recuperación del paciente sometido a una extracción dental. Después de la intervención, de hecho, se recomienda encarecidamente seguir una dieta ligera y equilibrada, rica en agua. En particular, en las 24-36 horas posteriores a la avulsión, se sugiere una dieta predominantemente líquida o semisólida, que consiste en alimentos blandos como puré de papas, sopas tibias, sopas tibias, batidos, carne picada o smoot, homogeneizada, pudines, albóndigas, pescado. hervido, etc. Los residuos de alimentos sólidos, de hecho, tienden a atascarse en las llagas en la encía (aún doloridas y no curadas por completo) dejadas por la intervención. Se encarcelan en estas heridas, las bacterias, los carbohidratos codiciosos y los alimentos, encajados en la encía lesionada, comenzando una serie de infecciones dentales graves.
En conclusión, es bueno reiterar que la observancia de estos valiosos consejos resulta extremadamente importante para los propósitos de la profilaxis de infecciones o complicaciones después de una extracción dental.