salud de la mujer

Autopalpación de la mama

generalidad

La autopalipación es la primera herramienta de "prevención del cáncer de mama".

Esta sencilla prueba de autoevaluación le permite aprender sobre la estructura y el aspecto general del seno, lo que permite la detección temprana de cualquier cambio inusual en comparación con el aspecto básico del mismo.

El autoexamen es una prueba que toda mujer puede realizar sola, una semana después del final de la menstruación. Este control periódico debe realizarse una vez al mes, a partir de los 20 años de edad.

Si se realiza correctamente y con regularidad, el autoexamen de los senos puede limitar el riesgo de diagnosticar un cáncer avanzado.

Para que es

El autoexamen periódico le permite conocer la apariencia normal de sus senos y notar cualquier cambio e irregularidad.

La señal que más frecuentemente conduce al descubrimiento de un tumor es, de hecho, la presencia de un nódulo. Por lo general, esta lesión no es dolorosa, sino palpable o incluso visible.

Para identificar tempranamente las alteraciones inusuales, también se debe prestar atención a la apariencia del pezón (que puede retirarse, volverse más prominente o secretar líquido) y a la piel, especialmente cuando se trata de un solo seno.

Este simple gesto le permite mantener el tejido mamario bajo control y verificar con regularidad si es homogéneo o si tiene endurecimientos nodulares nunca encontrados en autoexámenes anteriores.

Cancer de mama

  • El cáncer de mama (o cáncer de mama) es la neoplasia más prevalente en la población femenina.
  • El proceso neoplásico se deriva del crecimiento descontrolado y anormal de algunas células mamarias, en el que el material genético está "dañado"; el conjunto de estos "clones" forma una masa tumoral dentro de la glándula mamaria.
  • La naturaleza del tumor puede ser benigna (fibroadenomas o quistes) o maligna (carcinomas). Las últimas lesiones son las más peligrosas, ya que pueden progresar y convertirse en "infiltrantes" o "invasivas", es decir, pueden involucrar tejidos cercanos al seno u otras partes del cuerpo.
  • El diagnóstico precoz es posible sobre todo para la difusión a gran escala de los programas de cribado mamográfico. Además, es recomendable someterse regularmente a las pruebas indicadas por su médico basándose en la edad y los antecedentes personales.
  • Las posibilidades de tratamiento y curación dependen, de hecho, de la etapa en la que se encuentra el neoplasma en el momento del diagnóstico (localizado, extendido o metastásico) y sus características biológicas (naturaleza benigna o maligna): de hecho, diferentes tipos de cáncer de mama, tienen tasas de crecimiento y respuestas a diferentes terapias.
  • Los tratamientos disponibles actualmente para el cáncer de mama incluyen cirugía (como cuadrantectomía), quimioterapia, radioterapia, terapia hormonal y terapias biológicas. Estos enfoques terapéuticos se pueden utilizar solos o en combinación, según las características del paciente y la enfermedad.

Cuando se ejecuta

A partir de los 20 años, el autoexamen de los senos debe realizarse una vez al mes, entre el séptimo y catorce días del ciclo menstrual (si este último es regular, es aconsejable fijar un día estable).

La estructura del seno es susceptible, de hecho, a las variaciones en los niveles hormonales que ocurren mensualmente: saber que su cuerpo le permite distinguir qué cambios deben considerarse "normales" y evitar, en algunos casos, confusión o falsas alarmas.

Aproximadamente una semana después del final del ciclo, los senos son menos dolorosos y turgentes, por lo que ciertas modificaciones en los senos se perciben más fácilmente; Si está embarazada o en la menopausia, el momento en el que está indicado realizar un autoexamen es indiferente.

Recuerde que otros signos como retracciones o cambios en la piel, secreción del pezón o cambios en la forma de la mama deben recomendar al médico.

También hay casos en los que la enfermedad no se asocia con signos evidentes y cambios reconocibles. Por lo tanto, el autoexamen debe combinarse con exámenes senológicos regulares y exámenes instrumentales más precisos, como la ecografía mamaria (recomendado, en general, a partir de 30 años) y la mamografía (a partir de 40 años).

Como hacerlo

El autoexamen se realiza en dos fases: observación y palpación propiamente dicha.

observaciones

Durante esta fase es necesario observar si hay irregularidades en la forma del seno, cambios en el color de la piel, agrietamiento del pezón, ulceraciones de la piel o hoyuelos; rara vez los dos senos son idénticos en cada detalle, pero, por lo general, son simétricos y tienen un perfil regular.

El autoexamen comienza frente a un espejo en un ambiente bien iluminado. Con el torso erecto, los hombros relajados y los brazos a los lados, se puede ver la forma del seno y el pezón, tanto en la parte frontal como en el lateral.

La observación debe repetirse con los brazos levantados, estirados sobre la cabeza, buscando irregularidades en los senos. La operación debe realizarse nuevamente uniendo las manos frente a la frente y contrayendo los músculos pectorales.

palpación

La fase de palpación se realiza en posición vertical, doblando el brazo correspondiente al seno para examinarlo detrás de la nuca. El seno debe examinarse deslizando la parte interna de tres yemas de los dedos de una mano (índice, dedo medio y anular) con pequeños movimientos concéntricos. Estas maniobras "en espiral" deben repetirse para cada cuadrante de senos.

Al mover los dedos en una dirección circular, al aumentar la presión, es posible detectar cualquier nódulo o endurecimiento del tejido mamario.

Luego, los movimientos se realizan con la mano de arriba a abajo y, nuevamente, radialmente (desde el exterior hacia el pezón, dibujando una especie de estrella). La palpación de la línea axilar continúa alrededor de la curva sinusal, sin dejar la parte cerca del esternón.

Las mismas maniobras se deben repetir en posición supina, con el brazo correspondiente al seno que se examinará en la parte superior, doblado debajo de la cabeza.

En el último paso, presione suavemente el pezón entre el índice y el pulgar para verificar posibles derrames de líquido (suero o sangre); durante esta evaluación, puede ayudarse con un pañuelo de papel para verificar el color de la secreción eventualmente.

Nota : si se encontró un nódulo, una infusión o una secreción durante el autoexamen, no hay necesidad de alarmarse, ya que esto podría ser una respuesta inofensiva. En cualquier caso, es importante informar al médico que puede indicar los exámenes instrumentales apropiados para determinar el estado real de salud.

A qué prestar atención

Durante el autoexamen de mama, es necesario prestar atención a:

  • Cambios en la forma y tamaño de uno o ambos senos;
  • Engrosamiento o protuberancias en la mama o en la zona axilar;
  • Pérdida de sangre o líquido de los pezones, no relacionada con el embarazo o la lactancia (secreciones serosas o de sangre);
  • Depresiones, arrugas, relieves u hoyuelos en la superficie de la piel;
  • Sensaciones extrañas (especialmente si se refieren a un solo pecho).

Otros posibles cambios y señales inusuales que no deben ser subestimados son:

  • Uno o más nódulos del seno (teniendo en cuenta que los senos son naturalmente nodulares y que, nueve veces de cada diez, estas formaciones no son preocupantes);
  • Variaciones en la apariencia del pezón (contornos, tamaño o posición) o retracción del mismo;
  • Inflamación o erupciones de la piel y la areola (piel de naranja, hinchazón, enrojecimiento o sensación de calor);
  • Dolor injustificado en la mama o axila.

La autopalipación no reemplaza de ninguna manera el examen senológico o los exámenes instrumentales, como la mamografía (útil para detectar la presencia de nódulos, microcalquificaciones u otros signos indirectos de una posible neoplasia) y la ecografía (indicada para confirmar la presencia). y la naturaleza sólida o líquida de una lesión nodular).

Sin embargo, es bueno resaltar que el autoexamen de los senos, realizado de manera correcta y regular, puede permitir que un tumor se diagnostique temprano, lo que limita el riesgo de que esto se encuentre en una etapa avanzada.

Por lo tanto, en el caso de que uno o más de estos síntomas sean obvios para el ojo o estén presentes al tacto, es recomendable que se comunique con su médico o con un senólogo para recibir la confirmación o indicaciones tan pronto como sea posible acerca de las pruebas de diagnóstico que se consideren más adecuadas para disipar. Cualquier duda.