salud del sistema nervioso

Síntomas del trastorno bipolar

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definición

El trastorno bipolar es una condición psiquiátrica caracterizada por cambios de humor recurrentes severos. El paciente experimenta, en particular, momentos de extrema euforia y excitación (episodios maníacos o hipomaníacos) alternando con depresión severa (episodios depresivos). Esto causa un malestar y deterioro clínicamente significativos del funcionamiento personal, social, laboral y / o escolar.

Por lo general, el trastorno comienza en la adolescencia tardía o en la adultez temprana, y luego se presenta con mayor o menor frecuencia a lo largo de toda la vida.

Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar. Los factores que pueden predisponer a la enfermedad son la herencia, los eventos estresantes de la vida, la desregulación de la serotonina y la noradrenalina (neurotransmisores) y los factores psicosociales. Algunos medicamentos pueden desencadenar exacerbaciones en algunos pacientes con trastorno bipolar; Estos incluyen simpaticomiméticos y algunos antidepresivos.

Síntomas y signos más comunes *

  • agresividad
  • alucinaciones
  • anhedonia
  • angustia
  • anorexia
  • astenia
  • Aumento del apetito
  • bradicinesia
  • Caída en el deseo sexual.
  • mareo
  • palpitaciones
  • catalepsia
  • catatonia
  • Comportamiento suicida
  • Delirio
  • depresión
  • Dificultad de concentración.
  • Disquinesia tardiva
  • disforia
  • Trastornos del humor
  • Dolores musculares
  • dromomanía
  • euforia
  • pesadillas
  • insomnio
  • La hipomanía
  • hipomimia
  • inquietud
  • Aislamiento social
  • logorrhea
  • Dolor de cabeza
  • nerviosismo
  • paranoia
  • Perdida de peso
  • Cambios de humor
  • somatización
  • modorra

Direcciones adicionales

El trastorno bipolar se caracteriza por el pasaje recurrente de la manía (estado de ánimo persistentemente elevado, expansivo o irritable) a la depresión severa, aunque muchos pacientes tienen un predominio de uno u otro. La enfermedad comienza con una fase aguda de los síntomas, seguida de una repetición de remisiones y recaídas. Los episodios duran desde unas pocas semanas hasta 3-6 meses. El período de tiempo entre el comienzo de un episodio y el siguiente varía de un paciente a otro.

En la fase maníaca, los síntomas pueden incluir: aumento persistente en el estado de ánimo, euforia extrema, hipersensibilidad, agitación, menor necesidad de dormir, más locuacidad de lo normal (el paciente habla de forma confusa y muy rápida), huida de ideas o aceleración De pensamiento, distracción fácil, autoestima exagerada y megalomanía. Además, los pacientes maníacos se involucran impulsivamente en actividades y comportamientos riesgosos (por ejemplo, juegos de azar, deportes peligrosos y actividad sexual promiscua), sin comprender los posibles daños. El nivel de actividad psicomotora aumenta significativamente; Los pacientes pueden correr y gritar, maldecir o cantar. Aumenta la labilidad afectiva, a menudo con irritabilidad creciente.

La psicosis maníaca es la manifestación más extrema, con síntomas psicóticos que pueden ser difíciles de distinguir de la esquizofrenia: los pacientes pueden tener delirios de magnitud y delirios persecutorios con alucinaciones visuales o auditivas.

Sin embargo, los episodios depresivos tienen las características típicas de la depresión mayor y pueden aparecer: tristeza extrema, falta de energía, anhedonia, retraso psicomotor, pesimismo y culpa, despertar temprano o hipersomnia y trastornos del apetito (que aumentan de manera exagerada) o desaparece).

El trastorno bipolar se asocia con un mayor riesgo de suicidio (15 veces mayor). El abuso de alcohol o drogas (por ejemplo, cocaína y anfetaminas), con frecuencia en la comorbilidad, empeora significativamente los resultados de salud.

El diagnóstico lo formula un psiquiatra sobre la base de la anamnesia y la evaluación de los síntomas y el comportamiento del paciente.

El tratamiento del trastorno bipolar consiste en una terapia farmacológica con estabilizadores del ánimo y antidepresivos (bajo la supervisión cuidadosa y continua de un especialista médico) y psicoterapia. Aunque la mayoría de las personas se tratan mejor con el tiempo, alrededor de dos tercios de los casos pueden tener síntomas residuales.