traumatología

Principales anomalías de nalgas y consecuencias posturales.

Por el Dr. Davide Cacciola

introducción

El pie puede considerarse como el amortiguador terminal del sistema postural. Debido a esta característica, se deforma, tuerce, equilibra para armonizar el desequilibrio postural en el suelo. Este desequilibrio es a menudo causado por desequilibrios de otros receptores que afectan la postura (aparato estomatognático, vista, oído interno, etc.)

En raras ocasiones, sin embargo, es la causa principal de la postura alterada, mientras que otras veces tiene características mixtas, adaptativas y causales.

Un cuidadoso examen postural dinámico y estático realizado por un terapeuta experto permite identificar la naturaleza de las anomalías podales y el consiguiente tratamiento postural adecuado.

A continuación se analizan las principales anomalías podálicas y las consecuencias posturales.

Pie varo

El pie varo se caracteriza por un varo talo que provoca una rotación externa de los ejes tibial y femoral, con tendencia a la rodilla varo y las hiperpresiones patelares.

Esta condición desencadena una serie de consecuencias posturales:

  • posicionamiento externo de la pierna y el muslo;

  • Posicionamiento externo de las rótulas con la consiguiente presión externa excesiva de las rodillas (rodilla varo)
  • Rotación externa del fémur que puede causar osteoartritis de la articulación de la cadera a largo plazo.
  • Verticalización del sacro y disminución de las curvas de la columna con la consecuente espalda plana y glúteos planos.

Varios pies asimétricos

En este caso, ambos pies son tan variados como en la condición anterior, pero son asimétricos.

Esta condición causa basculantes y rotaciones de la pelvis a las que la columna se adaptará con bloqueos vertebrales en varios niveles o con el establecimiento de una escoliosis.

Por lo tanto, las consecuencias relacionadas con el varismo descrito anteriormente en el caso de varios pies asimétricos se agregan a la escoliosis o bloqueos vertebrales

Pies en valgo y pies planos.

El pie plano se asocia a un talo valgus. El inflado interno del pie provoca una rotación interna de los ejes tibial y femoral, una tendencia a la rodilla en valgo y un desplazamiento interno de los rotulos.

Esta condición desencadena una serie de consecuencias posturales:

  • posicionamiento interno de la pierna y el muslo;
  • Posicionamiento interno de los rotulos (rodilla valgo);
  • Proyección frontal de la pelvis (anteversión).
  • aumento de la lordosis lumbar (hiperlordosis)
  • aumento que resulta en la compensación de otras curvas (hipercifosis dorsal, hiperlordosis lumbar)

Esta condición causa tensión en la compresión en todas las vértebras lumbares, rigidez general y riesgo de contracturas.

Pies asimétricos en valgo

En este caso, ambos pies son en valgo como en la condición anterior, pero son asimétricos.

Esta condición causa basculantes y rotaciones de la pelvis a las que la columna se adaptará con bloqueos vertebrales en varios niveles o con el establecimiento de una escoliosis.

Por lo tanto, las consecuencias relacionadas con el valgismo descrito anteriormente en el caso de los pies de valgo asimétricos se agregan a la escoliosis o bloqueos vertebrales

Pies desarmónicos

Consta de dos pies con características opuestas, un valgo y el otro varo.

En este caso, ocurrirán rotaciones opuestas de las piernas, que girarán una en rotación interna y la otra en rotación externa.

Esta condición causa bascule y rotaciones de la pelvis, que a su vez causarán escoliosis o bloqueos vertebrales en varios niveles.

Pies de doble componente

Es un mismo pie que tiene componentes de valuación y varizante. Notan que estudian el camino hacia adelante y hacia atrás, no en el ortostatismo.

Por lo general, durante la caminata, este pie descansa primero en el borde exterior del talón, cayendo inmediatamente después en valgo. Esta condición provoca una inclinación hacia delante del cuerpo con posibles consecuencias:

  • Tensión excesiva de las vértebras lumbares.
  • plano escapular frontal
  • tendinitis de la pata de ganso
  • dolores en las pantorrillas
  • dolores plantares
  • Dedos en garra y callos en los pies.

Como se mencionó en la introducción, debe considerarse que la mayoría de las veces el pie se adapta a los desequilibrios de otros receptores que se considerarán principalmente si desea resolver el problema de manera definitiva.