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Síntomas de miocarditis

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definición

La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco. La enfermedad, en particular, afecta la capa intermedia de la pared del corazón: el miocardio.

La miocarditis puede ser causada por infecciones, enfermedades sistémicas (por ejemplo, trastornos metabólicos, LES, sarcoidosis y vasculitis), mecanismos autoinmunes, exposición a sustancias tóxicas (como metales pesados, químicos, toxinas y alcohol), reacciones alérgicas o efectos secundarios de algunos las drogas.

Síntomas y signos más comunes *

  • arritmia
  • astenia
  • Aumento de la ESR
  • cardiomegalia
  • palpitaciones
  • Tobillos hinchados
  • disnea
  • Dolor de pecho
  • Dolores en las articulaciones
  • Dolores musculares
  • edema
  • fiebre
  • Fibrilación auricular
  • Fibrilación ventricular
  • Piernas hinchadas
  • Hidrante fetal
  • Dolor de cabeza
  • palidez
  • presincopales
  • Retención de agua
  • desmayo
  • taquicardia
  • Derrame pericárdico

Direcciones adicionales

En muchos casos, la miocarditis no produce ningún síntoma evidente. A lo sumo, el paciente puede sentir una sensación de malestar general y otras manifestaciones vagas, similares a las de la gripe. Cuando la miocarditis es más severa, puede inducir dolor y una sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar, fatiga, ritmos cardíacos anormales (arritmias) y retención de líquidos con hinchazón de piernas, tobillos y pies. El gasto cardíaco puede reducirse considerablemente. A veces, una pérdida repentina de conciencia (síncope) puede hacerse cargo.

Los pacientes con miocarditis infecciosa pueden tener pericarditis concomitante (inflamación de la membrana que recubre el corazón) y síntomas como dolor de cabeza, fiebre, dolor articular y muscular.

En la mayoría de los pacientes, el curso clínico es autolimitado y la inflamación del miocardio se resuelve sin causar consecuencias permanentes. En otros casos, la miocarditis puede conducir a insuficiencia cardíaca y paro cardíaco repentino.

El diagnóstico se basa en los síntomas y los resultados del electrocardiograma (ECG), las radiografías de tórax o los ecocardiogramas. La confirmación definitiva requiere una biopsia endomiocárdica, generalmente realizada en el contexto de una angiografía.

El tratamiento depende de la causa subyacente. Las medidas generales incluyen reposo y uso de analgésicos, diuréticos y antiinflamatorios. Las formas más graves o crónicas pueden requerir hospitalización y tratamiento con dispositivos de asistencia ventricular, dosis altas de vasopresores, cursos cortos de esteroides u otros medicamentos que reducen la respuesta inmunitaria. Si la afección tiende a empeorar progresivamente con el tiempo, puede ser necesario un trasplante de corazón.