salud del sistema nervioso

Convulsiones: clasificación, diagnóstico y terapia.

Que son las convulsiones

Las convulsiones se producen con contracciones involuntarias, abruptas y totalmente incontroladas de los músculos esqueléticos voluntarios, y constituyen la variante motora de una hipersincronización neuronal paroxística . Tal como se analiza en el artículo introductorio, las convulsiones están fuertemente influenciadas por factores sistémicos / metabólicos (hiperpirexia, hipoglucemia, hipertensión maligna, hipomagnesemia, hipoxia, intoxicación por medicamentos, etc.), convulsiones ocasionales o recurrentes y muchas otras enfermedades malformaciones cerebrales, infecciones del SNC, tumores cerebrales, etc.).

Los síntomas que acompañan a las convulsiones pueden ser múltiples, distintos según la causa desencadenante. En este artículo final, la atención se centra en las diferentes variantes de convulsiones, en las posibles investigaciones de diagnóstico y en los tratamientos disponibles actualmente.

clasificación

La clasificación de las diversas formas de convulsiones se puede realizar sobre la base de las principales manifestaciones sintomáticas:

  1. Ataques tónicos o convulsiones tónicas: el paciente afectado por la convulsión pierde el conocimiento, cae al suelo, se pone rígido y cianótico. A menudo, en esta fase es posible observar disnea (dificultad para respirar) y / o apneas (incapacidad respiratoria). Generalmente, en esta etapa el paciente adopta posturas particulares: el cuello se arquea, las extremidades superiores se ejercitan o flexionan, y las extremidades inferiores siempre están hiperextendidas. El episodio tónico tiende a durar un minuto o menos: esta fase es muy corta pero extremadamente peligrosa.
  2. Ataques clónicos o convulsiones clónicas: estas convulsiones son contracciones rítmicas y violentas involuntarias, que a menudo se caracterizan por la presencia de espuma o espuma en la boca, cianosis, pérdida de heces y orina. Normalmente, esta fase dura aproximadamente un par de minutos; menos a menudo llega a los 5 minutos. Las convulsiones clónicas son las más frecuentes. El ataque clónico a menudo sigue una llamada fase hipotónica, asociada con un sueño profundo. Al despertar, el paciente tiende a olvidar lo sucedido. Las convulsiones clónicas son menos peligrosas que las tónicas.

La coexistencia de convulsiones tónicas y clónicas es a menudo una clara señal del gran mal, una convulsión típica asociada con la epilepsia.

  1. Convulsiones respiratorias: la convulsión se caracteriza por apneas frecuentes asociadas con cianosis. Junto con estos síntomas, el paciente puede experimentar hiperpnea paroxística (aumento de la profundidad del acto respiratorio> 500 cc de aire por minuto) e insuficiencia respiratoria grave (especialmente en el recién nacido).
  2. Crisis convulsiva polimorfa: además de apneas y cianóticas, el paciente que sufre crisis convulsivas polimorfas también puede manifestar una serie de síntomas y signos diferentes: apertura repentina de los ojos, fijeza de la mirada, llanto anormal, movimientos rítmicos de brazos y piernas, ingesta de posturas anormales (por ejemplo, reacción tónica asimétrica del cuello), episodios vasomotores, etc.

Estas crisis convulsivas pueden ser fenómenos aislados o pueden repetirse a intervalos más o menos regulares; en las formas más graves, la repetición continua de crisis convulsivas similares puede degenerar en el llamado "estado del mal".

Qué hacer y qué no hacer.

En la tabla hay algunas indicaciones y trucos útiles para ayudar mejor al paciente afectado por convulsiones; Del mismo modo, también se describen algunos comportamientos de bienestar que deben evitarse.

Qué hacer en caso de convulsiones.

Qué evitar en caso de convulsiones.

Evitar que el paciente caiga al piso → colocar la cabeza del paciente en una superficie segura + liberar a la habitación de objetos afilados y peligrosos

Agite a la persona: un comportamiento similar podría causar daños al paciente, como desgarro o fractura

Coloque al paciente de un lado, especialmente si vomita → esto evita que los vómitos entren en los pulmones

Mueva al paciente: esta medida se debe hacer SOLAMENTE SI el paciente sufre una convulsión cerca de lugares peligrosos, como escaleras o puertas de vidrio

Afloje la ropa apretada (camisa, corbata, etc.)

Administrar drogas durante las convulsiones.

Llame para asistencia de emergencia 118

Insertar algo en la boca de la víctima: muchas personas tienden a poner sus dedos en la boca de un paciente u otros objetos (por ejemplo, pañuelos) impulsados ​​por la creencia de que un procedimiento similar puede evitar las picaduras

Permanece siempre cerca del paciente hasta que llegue el rescate.

Sumerja al niño que sufre de convulsiones febriles en un baño de agua fría.

Cuando sea posible, vigile los signos vitales de la víctima (frecuencia de la respiración, pulso, etc.)

Inmovilizar al paciente

Cuando las convulsiones afectan a bebés o niños pequeños con fiebre, se recomienda enfriar al paciente con una esponja de agua tibia o fría.

Golpear al paciente para alentar el retorno de la conciencia.

Siempre mantén la calma

Levantamiento repentino del paciente después del final de la convulsión.

Los pacientes con convulsiones ocasionales o repetidas deben evitar ciertos deportes que podrían poner en grave peligro su vida y la de otros: por ejemplo, escalar, montar en bicicleta, nadar. Conducir también puede ser un grave peligro para las personas con convulsiones no controladas.

diagnóstico

El diagnóstico de una crisis de convulsiones es esencial para rastrear la causa desencadenante. En particular, se debe hacer un diagnóstico diferencial con desmayos, ataques isquémicos transitorios, accidentes cerebrovasculares, ataques de pánico, trastornos del sueño, delirio, síncope febril y migraña.

El diagnóstico se basa esencialmente en el examen objetivo y el historial médico del paciente.

Las pruebas más útiles para este fin son:

  1. Análisis de sangre: útiles para determinar o refutar una enfermedad de la sangre. Las pruebas recomendadas son: azotemia, hemograma, glucemia, creatinina, amonemia, transaminasas, cribado toxicológico
  2. Prueba de orina
  3. EEG (electroencefalograma): esta prueba de diagnóstico registra la actividad eléctrica del cerebro mediante la aplicación de dispositivos apropiados en la cabeza. Las personas que sufren de convulsiones epilépticas dibujan un encefalograma alterado incluso en ausencia de una crisis.
  4. TC de la cabeza
  5. Resonancia magnética de la cabeza.
  6. Raquicentesis (punción lumbar): solo debe realizarse en caso de sospecha de meningitis o encefalitis. Además, esta prueba de diagnóstico se puede realizar en niños pequeños (<6 meses) con alteración grave del estado de conciencia.

El examen neurológico al que se somete el sujeto afectado por convulsiones consiste en el análisis de: coordinación, fuerza muscular, reflejos, capacidad sensorial, marcha, postura y tono muscular.

Ante una nueva crisis evidente o una sospecha de epilepsia, es necesario someter al paciente a pruebas más específicas.

Cuidado y prevención

La terapia sedante y anticonvulsiva es el tratamiento de elección para controlar las convulsiones. Los medicamentos más utilizados para este propósito son: ácido valproico, diazepam, fenitoína, levetiracetam, fenobarbital y oxcarbazepina. Antes de tomar cualquier medicamento, se recomienda encarecidamente consultar a su médico. Es posible tomar otros medicamentos para aliviar los síntomas secundarios. Sin embargo, debe recordarse que el medicamento específico debe prescribirse solo después de haber identificado el elemento desencadenante (por ejemplo, infecciones virales, fiebre, envenenamiento, etc.).

Desafortunadamente, no hay manera de prevenir las convulsiones; Sin embargo, es posible seguir algunas precauciones simples para limitar, en la medida de lo posible, el empeoramiento de los síntomas. En primer lugar, una persona que sufre de convulsiones, aunque sea ocasional, siempre debe llevar "medicamentos de emergencia", claramente recetados por el médico. La calidad del sueño, la reducción del estrés, el ejercicio y una dieta sana y equilibrada también pueden reducir las convulsiones de alguna manera.