herboristería

Cardo mariano en erboristeria: propiedades del cardo mariano

Nombre científico

Silybum marianum, syn. Carduus marianus L.

familia

Asteraceae (Compositae)

origen

El cardo mariano es una planta muy extendida en el centro-sur de Italia y en las islas.

Partes utilizadas

La droga consiste en las copas de flores y las semillas.

Constituyentes químicos

  • Flavolignani (estos componentes forman un fitocomplejo llamado silimarina, que consiste principalmente en tres moléculas: silibina, silicristina y silidianina);
  • Flavonoides (apigenina, quercetina, kaempferol);
  • tocoferoles;
  • Esteroles (sitosterol, campesterol);
  • taninos;
  • Sustancias amargas;
  • Aminas (histamina, tiramina);
  • Aceites (ácidos linoleico, oleico y palmítico).

Cardo mariano en erboristeria: propiedades del cardo mariano

La silimarina presente en el cardo mariano tiene una acción antioxidante y hepatoprotectora, que la hace adecuada en las formas de sufrimiento hepatocelular de diversos orígenes (acelera el proceso de regeneración hepática al aumentar la actividad metabólica de las células hepáticas, estimula la síntesis de proteínas). Función defensiva contra varias sustancias hepatotóxicas, incluido el alcohol.

Actividad biologica

Al cardo de leche se le atribuyen diversas propiedades, entre las que destacan especialmente aquellas hepatoprotectoras y antioxidantes. Más en detalle, estas actividades se atribuyen a la silimarina contenida en la planta.

Existen varios estudios clínicos que han confirmado las propiedades mencionadas anteriormente atribuidas a la planta, por lo que su uso ha sido oficialmente aprobado para el tratamiento de trastornos hepatobiliar.

La acción hepatoprotectora realizada por la silimarina se realiza a través de diferentes mecanismos de acción. En primer lugar, la silimarina, en particular la silicristina y la silidianina que contiene, es capaz de proteger al hígado de sustancias tóxicas (como el alcohol y las toxinas), a través de una modificación de las membranas celulares de los hepatocitos. Esta modificación, de hecho, evita que sustancias tóxicas y toxinas entren en las células del hígado.

Silibina, por otro lado, lleva a cabo su acción hepatoprotectora al reducir la producción de aniones superóxido por parte de las células de Kupffer e inhibiendo la síntesis de leucotrienos en el hígado. Por lo tanto, la silibina desempeña un papel antioxidante y eliminador de radicales libres.

Además, la silimarina aumenta los niveles hepáticos de glutatión (un importante agente antioxidante endógeno), disminuye su oxidación y estimula la ARN polimerasa I a nivel del núcleo del hepatocito, promoviendo así la regeneración hepática.

Se han realizado muchas investigaciones sobre las propiedades mencionadas anteriormente de la silimarina, de las cuales se desprende que esta sustancia es particularmente eficaz para proteger al hígado de la acción de diferentes tipos de agentes tóxicos, como la tioacetamida, el tetracloruro de carbono, la galactosamina, la amanitina y la faloidina las dos últimas moléculas se encuentran dentro de fugos venenosas).

Además, un estudio reciente también ha demostrado que la silibina y la silicristina pueden ejercer un efecto protector sobre los riñones del daño celular causado por el paracetamol, la vincristina y la cisplatina, al aumentar la tasa de proliferación, la estimulación de la síntesis de proteínas. y el ADN y el aumento de la actividad de la lactato deshidrogenasa en las células renales.

Además, los frutos del cardo mariano se utilizan en infusiones para el tratamiento, incluso a largo plazo, de trastornos dispépticos leves (uso que, sin embargo, ha sido aprobado).

Cardo mariano contra trastornos hepatobiliares.

Gracias a las propiedades antioxidantes y hepatoprotectoras que la silimarina y sus componentes presentes en el cardo lechero han demostrado poseer, esta planta puede usarse como adyuvante en el tratamiento de trastornos hepatobiliar, como: daño hepático causado por agentes tóxicos, cirrosis hepática y enfermedades Efectos inflamatorios crónicos del hígado.

Para el tratamiento de estos trastornos, el cardo de leche se toma internamente, generalmente, como un extracto seco. La cantidad de producto a tomar puede variar de acuerdo con la cantidad de silimarina que contiene.

A modo de ilustración, algunos estudios han demostrado que una dosis diaria de aproximadamente 140-420 mg de silimarina, que debe tomarse en dosis divididas, puede ser eficaz en el tratamiento de los trastornos hepáticos mencionados anteriormente.

Cardo mariano en medicina popular y en homeopatía.

Las propiedades beneficiosas del cardo mariano contra el hígado son conocidas desde hace mucho tiempo por la medicina popular que utiliza la planta (frutas y hojas) solo para el tratamiento de trastornos hepáticos. Además, el cardo mariano también se usa como antídoto en caso de envenenamiento de hongos venenosos del género Amanita.

El cardo de leche también es utilizado por la medicina homeopática, donde encuentra usos en el caso de la ictericia, el cólico biliar, la hepatitis, el dolor de estómago, las úlceras pépticas y las insuficiencias circulatorias venosas. El cardo mariano como un remedio homeopático, generalmente, se puede encontrar en forma de tintura madre, gotas o gránulos.

La dosis de remedio que se debe tomar puede ser diferente de un individuo a otro, también dependiendo del tipo de trastorno que deba tratarse y del tipo de preparación y dilución homeopática que pretende utilizar.

Contraindicaciones

Evite la ingesta de cardo mariano en caso de hipersensibilidad a uno o más componentes, en pacientes con hipertensión cardíaca (debido a la presencia de tiramina en las semillas) y en pacientes afectados por obstrucción del tracto biliar.

Interacciones farmacológicas

El cardo lechero puede establecer interacciones medicamentosas con:

  • Metronidazol, ya que el uso concomitante de la planta o sus preparaciones puede disminuir su efectividad.
  • Aspirina, debido a que el metabolismo del fármaco se ve alterado por la ingesta simultánea de silimarina.

advertencias

Tenga cuidado porque la silimarina presente en el cardo lechoso puede activar los receptores de estrógeno.