salud respiratoria

Pólipos nasales: diagnóstico y terapia

Definición de pólipo nasal

Los pólipos nasales (pólipos nasolumales más definidos correctamente) son excrecencias tumorales benignas que afectan la mucosa nasal y los senos paranasales.

La evidencia clínica muestra que los pólipos nasales tienden a aparecer al mismo tiempo que las enfermedades inflamatorias de la mucosa respiratoria, especialmente la sinusitis, las alergias, la rinitis y el asma. A pesar de lo que se ha dicho, los estudiosos no dan una respuesta completa sobre la etiopatogenia de los pólipos nasales. Sin embargo, parece que la predisposición genética juega un papel importante en la aparición de estos crecimientos nasales.

En la mayoría de los casos, los pólipos nasales pequeños son un fenómeno benigno, que se resuelve pronto mediante la aplicación tópica de corticosteroides (aerosol). Cuando los pólipos nasales alcanzan dimensiones considerables, como para obstruir la respiración correcta, se puede concebir una cirugía de escisión quirúrgica dirigida.

diagnóstico

La evaluación diagnóstica de la poliposis nasal hace uso de una recopilación meticulosa de datos anamnésicos: el objetivo es investigar la posible predisposición genética al trastorno e identificar otras enfermedades asociadas posibles. Luego, el médico realiza un examen de otorrinolaringología, pruebas de alergia cutánea (por ejemplo, prueba de pinchazo) y pruebas hematológicas. También son importantes las pruebas sobre la función respiratoria nasal (rinomanometría) y olfativa (olfatometría).

Las imágenes radiológicas (CT o MRI) y los exámenes endoscópicos permiten realizar un análisis cualitativo y cuantitativo de la enfermedad, es decir, establecer la peligrosidad y el tamaño de un pólipo (posible forma maligna) y el número de pólipos presentes en el tracto respiratorio.

La prueba de fibrosis quística es concebible cuando los pólipos nasales afectan a los niños.

El diagnóstico diferencial debe plantearse con todas las manifestaciones patológicas que se presentan con síntomas similares a la poliposis nasal:

  • Rinosinusitis crónica: algunas formas de rinosinusitis se producen independientemente de la presencia de pólipos nasales.
  • Sinusitis alérgica fúngica
  • Inserción de un cuerpo extraño en la nariz (típico de los niños)
  • Neoplasias benignas o malignas: en general, los pólipos nasales (formas de tumores benignos) son bilaterales, por lo que tienden a aparecer en ambos senos paranasales. Los pólipos nasales unilaterales (sobre todo) deben distinguirse de las formas de tumores malignos.

Terapia y tratamiento

TERAPIA FARMACOLOGICA

Para saber más: Medicamentos de cura de pólipos nasales.

La terapia para pólipos nasales pequeños es generalmente sintomática, es decir, dirigida únicamente a la remisión de los síntomas. La administración de algunos medicamentos específicos suele ser necesaria para mejorar el perfil clínico del paciente.

Los medicamentos más utilizados en la terapia para los pólipos nasales pequeños son esencialmente los corticosteroides, tomados como aerosoles nasales y / o tabletas que se toman por vía oral.

A continuación, los medicamentos corticosteroides más utilizados para el tratamiento de pólipos nasales:

  • Fluticasona (por ejemplo, Avamys, Alisade, Fluspiral), indicada tanto para el tratamiento como para la prevención de pólipos nasales.
  • Beclometasona (por ejemplo, Rinoclenil, Becotid Nasal)
  • Mometasona (por ejemplo, Nasonex, Rinelon)

Cuando la aparición de pólipos nasales se relaciona con reacciones alérgicas, el antihistamínico y la terapia descongestiva ayudan a reducir la inflamación de la mucosa nasal, acelerando los tiempos de curación. El tratamiento con antibióticos o antimicóticos está indicado en cambio cuando la poliposis nasal está relacionada con infecciones bacterianas o por hongos.

Los pacientes predispuestos a poliposis nasal pueden seguir una terapia más ligera con cortisona para minimizar el riesgo de recurrencia.

Cuando la poliposis nasal depende de una intolerancia al ácido acetilsalicílico, se recomienda evitar su administración, sustituyendo el fármaco por otro ingrediente activo con actividad terapéutica similar (siempre consulte al médico).

Tratamiento quirurgico

De lo contrario, los pólipos nasales grandes se tratan quirúrgicamente: la exéresis quirúrgica (extirpación) de la masa constituye, en este sentido, la única solución posible para curar definitivamente el trastorno. De hecho, recordamos que los pólipos nasales pueden alcanzar dimensiones tales que obstruyen gravemente las vías respiratorias, lo que constituye un grave malestar para la respiración y para el descanso nocturno.

Las opciones quirúrgicas dirigidas a la extirpación de pólipos nasales son:

  1. Polipectomía: el pólipo se extrae por medio de un pequeño dispositivo mecánico de succión o con un instrumento particular ( microdebrider ) que permite la disección del pólipo.
  2. Cirugía endoscópica de los senos: consiste en la extirpación del pólipo nasal acompañada de la corrección de la estructura de los senos paranasales. De hecho, incluso una anatomía particular de las estructuras nasales puede predisponer al sujeto a la inflamación de la mucosa. El procedimiento quirúrgico se realiza mediante la introducción de un endoscopio a través de las fosas nasales, con el fin de proporcionar una imagen ampliada de las estructuras nasales internas. Posteriormente, el problema se corrige (extirpación del pulpo + revisión de las estructuras nasales).

Incluso después de la extirpación quirúrgica del pólipo, el riesgo de recaída es aún real. Para prevenir la recurrencia de pólipos nasales, es recomendable seguir la terapia de cortisona adecuada (formulaciones en aerosol).

Pautas para prevenir la recurrencia de poliposis nasal en sujetos predispuestos:

  • Use un humidificador ambiental, útil para reducir el riesgo de sinusitis y trastornos respiratorios;
  • Realice frecuentes lavados nasales con solución salina;
  • Limite el consumo de alcohol: el alcohol puede empeorar la hinchazón de la mucosa nasal;
  • Controlar los fenómenos alérgicos: la alergia es un posible factor de riesgo para la sinusitis y los pólipos nasales.