La hipertensión ocular debe reducirse para prevenir o detener el daño glaucomatoso (atrofia del nervio óptico y deterioro del campo visual).
¿Qué tenemos disponible? En el mercado hay varias gotas para los ojos que se amotinan y se instalan en el ojo con regularidad y continuidad, para mantener la presión del ojo constante durante 24 horas. Si estas medidas resultan insuficientes, es posible recurrir a la terapia quirúrgica, para restablecer la salida normal del humor acuoso.