definición
El callo óseo es un tejido de reparación que generalmente se encuentra después de una fractura.
El proceso de la callogénesis ocurre después de 3-4 semanas desde el evento traumático: el tejido recién formado suelda los fragmentos del hueso fracturado y cambia progresivamente en respuesta a las fuerzas mecánicas ejercidas sobre él, volviéndose cada vez más resistentes.
En las siguientes semanas o meses, el callo óseo reconstituye la integridad y las características biomecánicas normales del segmento esquelético lesionado.
En consecuencia, si el proceso de calcificación sufre un condicionamiento o una interrupción que no permite la consolidación, es posible que no se cure la fractura. Este último evento provoca la formación de un callo fibroso que implica dolor y limitación funcional (pseudoartrosis) y, a menudo, hace que sea necesario intervenir quirúrgicamente. En otras circunstancias, el callo óseo puede incorporar estructuras vasculares o nerviosas, promoviendo trastornos circulatorios o neurológicos.
Los principales factores que pueden interferir negativamente con la curación correcta de la fractura incluyen trastornos metabólicos (por ejemplo, hiperparatiroidismo y diabetes), estado nutricional del sujeto, hábitos de fumar, edad avanzada y superposición de infecciones. Además, la formación del callo óseo está influenciada y condicionada por: el tamaño del hueso y el sitio de la fractura, la distancia entre los tocones, la perfusión reducida del tejido, la posible interposición de los tejidos blandos, la inmovilización insuficiente y la reducción inadecuada de los fragmentos de hueso.
Huesos de callos en la radio y el cúbito infantil
Causas posibles * de Callo Osseo
- neurofibromatosis